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josemarco

DESCONECTAR

DESCONECTAR

Soy de los que opinan que el fin de semana está muy bien inventado, porque te da tiempo de desconectar un poco de la rutinaria realidad cotidiana y de cargar las pilas para la siguiente semana laboral. De todos modos, cuando en lugar de un simple fin de semana nos brindan un generoso puente festivo, la desconexión puede ser más real y menos aparente. Nos da tiempo de un suave despegue en el lugar de destino o en nuestra propia ciudad, y nos permite un aterrizaje suave con la suficiente antelación para retomar el lunes con nuevas energías.

Los días de este puente los he vivido en la huerta valenciana, en la comarca de la Ribera, cerca de Alcira. Rodeado de naranjos y de pequeñas huertas, he podido desconectar de mi tarea en el Instituto. Aunque no ha sido total esta ruptura de lazos con lo profesional. Mi último sueño me ha llevado al centro educativo con los problemas de todos los días agudizados. Los sueños no me han permitido desconectar del todo. El aterrizaje de mañana, domingo, tal vez sea así menos abrupto. Y si gana el Zaragoza al Celta en la Romareda, el lunes amanecerá de otra manera. Pequeñas satisfacciones o agarraderos de la vida para romper la rutina. Y sueños de futuro. Aunque es una pena que no podamos elegirlos ni programarlos

1 comentario

Maxi -

Hola Txema. Hacia mucho que no sabia de ti. Un abrazo muy fuerte y un beso para Nieves y el chico.