Blogia
josemarco

CONSUMISMO

CONSUMISMO

   Los grandes almacenes se engalanan para recibir durante estos días miles y miles de clientes. Son las fechas del consumo por antonomasia, del consumo casi compusivo, del consumismo. El ambiente navideño ya está en las calles. Pero está sobre todo en los grandes centros comerciales: luces de colores parpadeantes, música de villancicos de fondo, reclamos de todo tipo,... Lo importante es seducir al consumidor, convencerle de que ese producto es el mejor,... A partir de ese momento, lo demás es más fácil: tarjetas de plástico, créditos aparentemente asequibles, pagos aplazados,...

   La otra cara de la moneda - la que menos aparece en los medios de comunicación - es la de los ciudadanos que no entran en este juego. O la de los que no pueden entrar, que son más de los que pensamos. Para todos ellos, la llegada de la Navidad supone estrechar lazos, incrementar la melancolía, alimentar los recuerdos, buscar el calor del hogar o sufrir todavía más su marginación o abandono. La ola del consumismo no les afecta. Pasa muy por encima de ellos. Sólo les queda un consuelo o aspiración: llegar al final del año, recibir un golpe de fortuna o resignarse al día a día anodino y rutinario.

0 comentarios