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josemarco

LA NOCHE SILENCIOSA

LA NOCHE SILENCIOSA

     En Aliaga, la noche se viste de silencio y se disfraza de fecunda soledad en este inicio de verano suave y apacible. Y la noche nos habla desde la penumbra y la oscuridad de una luna nueva. Es la noche soñada por todos: recuerdo, evocación, regreso a la infancia, sueño a flor de piel. Al parecer, los amantes del bullicio de las playas, los enamorados de la gran ciudad, no conocen o no valoran lo suficiente la serena suavidad de esta noche casi interminable.

     Las estrellas destacan entre el negro del firmamento. Y una luz tenue y escurridiza ilumina la calle que conduce al castillo mítico e inmemorial. La noche en Aliaga es como un regalo de los dioses reservado para una minoría privilegiada. Porque son muy pocos los que valoran la soledad de la montaña, el silencio de la sierra, la voz profunda de las estrellas.

     Antes de retirarme a descansar, observo este cielo cuajado de estrellas. Es el mismo cielo de mi infancia. El cielo de mis primeros sueños, de mis primeras ilusiones, de mis primeros amores. Lo demás es mejor no recordarlo y vivirlo de nuevo. Hay veces que sobran las palabras, porque la elocuencia de la naturaleza supera a cualquier expresión estética. Por eso, para muchos artistas y creadores literarios, esta noche de la sierra puede evocar belleza, placer estético y serenidad interior.

1 comentario

Joherg -

Has descrito perfectamente las sensaciones que provocan las noches del Maestrazgo.
Saludos de un enamorado de estas tierras.