Blogia
josemarco

TIEMPO DE DESPEDIDA

TIEMPO DE DESPEDIDA

Como todos los años, cuando se acercan estas fechas de finales de mayo, los alumnos de 2º de Bachillerato culminan una etapa de seis años de estancia en el Instituto. Hoy he asistido al acto de despedida de los alumnos de la promoción 2006-2008 del Instituto "Miguel Catalán" de Zaragoza. Ha sido un acto emotivo, familiar, muy cuidado. He vuelto a saludar a algunos alumnos y alumnas a los que impartí Lengua en 1º de ESO el segundo año de mi fugaz estancia en ese Centro. Todos estaban muy cambiados. De niños a jóvenes; de niñas a mujeres. Dentro de un mes volveremos a celebrar el mismo encuentro en el Instituto "Ramón y Cajal". Será un acto similar. Alegre, emotivo y con un poso agridulce. Porque todas las despedidas dejan una huella difícil de borrar y suponen un pequeño desgarro en el corazón de cada uno.

En el programa de mano que nos han entregado figuran unos versos de uno de los poemas más conocidos de José Agustín Goytisolo: Palabras para Julia. Reproduzco el poema, tantas veces cantado por Paco Ibáñez. En él se funden el recuerdo de la madre y el cariño a su hija. Son también palabras de despedida, palabras de buenos deseos, palabras agridulces y conmovedoras.

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable,
hija mía es mejor vivir con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada,
te sentirás perdida o sola,
tal vez querrás no haber nacido,
yo se muy bien que te dirán que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado,
entonces siempre acuérdate de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.
Un hombre solo
una mujer
así tomados de uno en uno
son como polvo
no son nada,
pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otros hombres,
tu destino está en los demás,
tu futuro es tu propia vida,
tu dignidad es la de todos,
entonces siempre acuérdate de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino,
nunca digas no puedo más y aquí me quedo,
la vida es bella
tú verás como a pesar de los pesares
tendrás amor
tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es será todo tu patrimonio,
perdóname no sé decirte nada más,
pero tú comprende que yo aún estoy en el camino,
y siempre siempre acuérdate de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.

1 comentario

Javier López Clemente -

El otro día hablando con mi madre me di cuenta de algo que no me gusta nada: El primer recuerdo que tengo de mis profesores de la EGB esta teñido de odio, así sin tapujos, yo odié a Doña Sagrario hasta en el día de su entierro, y eso que nos dieron fiesta. Y me parece que ese recuerdo no me gusta nada.

Salu2 Córneos.