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josemarco

RECUERDOS Y ADIOSES

RECUERDOS Y ADIOSES

     Se esfuma agosto, se desvanece el verano, al menos en lo que a ocio y tiempo libre se refiere. Atrás han quedado unos días de calor inusual, incluso en la sierra. Atrás ha quedado la desolación de los incendios, el fantasma de la sequía, el desasosiego de la soledad y del silencio.

     Pero no todo es de color oscuro. Hay adioses que quedarán para siempre en la memoria y en el recuerdo. Adiós a las rutas en bicicleta, coronando los puertos de San Just, El Esquinazo y Sollavientos. Adiós a tardes memorables de partidas de guiñote, de cotos encadenados, de arrastres inverosímiles. Adiós a noches de tertulia, a la luz de la luna, buscando el aire fresco de los callizos. Adiós a Miravete de la Sierra, ese pueblo que cada vez presenta más encantos. Adiós a Villarroya de los Pinares. Adiós a Son del Puerto. Adiós a Allepuz. Adiós a Camarillas. Adiós a Aguilar de Alfambra. Adiós a Jorcas. Pueblos con encanto, pueblos que ya han comenzado a afrontar la soledad de todos los inviernos. Pueblos que buscan a contratiempo su propia identidad.

     Recuerdos de esta última estancia en Aliaga. Quince días escasos. Estancia que se prolongará durante algunos fines de semana. Muchos de los que nos hemos reencontrado en Aliaga durante este mes volveremos de nuevo a nuestros lugares de trabajo, a nuestra residencia habitual. Y nos llevaremos el eco de vivencias intensas, breves, profundas. La mayoría se despide hasta el verano que viene. Otros regresarán a menudo con un poso de nostalgia. Porque es muy duro contemplar el pueblo casi vacío. Porque la soledad de las calles se cuela de rondón en los corazones. Porque la imagen de las casas cerradas nos llena de melancolía. Eso sí, todavía quedan las fiestas de septiembre en honor a la Virgen de la Zarza. Todavía quedan tardes otoñales inolvidables. Todavía queda la ilusión de unos niños que volverán a la escuela, de unos ancianos que volverán a la rutina cotidiana, de un paisaje que se vestirá de amarillo y volverá a recibir sin recato la tan esperada lluvia. Como dice Juan Cruz en su blog: "Hay que buscarse una esperanza para seguir viviendo".

2 comentarios

Luis Antonio -

Felilz curso en el aspecto profesional, claro, y en todo los demás.

Luis Antonio -

Hay que buscar esa esperanza y si no se encuentra, se pinta...

Te deseo un feliz curso, José Mª

Un abrazo