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josemarco

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (4)

DESDE EL FONDO DEL BANQUILLO (4)

     Hacía más de un mes que no presenciaba un partido en La Romareda. Y la verdad es que me he llevado una decepción, al igual que la mayoría de aficionados que hemos acudido al campo en una tarde fría y desapacible. Se esperaba un rival incómodo, luchador, peleón. Y así ha sido. El Osasuna ha iniciado el partido mejor asentado en el terreno de juego y, nada más comenzar el encuentro, ha llegado a la meta de López Vallejo en dos ocasiones consecutivas. Luego llegaría el gol a balón parado, como casi todos los que recibe el equipo maño. El iraní Nekounam ha rematado a placer, sin oposición alguna. No se pueden regalar goles así. Después han llegado las prisas, las imprecisiones y la falta de puntería, algo que parece convertirse en un mal crónico.

    En las gradas un grupo muy pequeño de aficionados navarros y una actitud lamentable de la afición local del gol norte. ¿Qué pintaban las banderas españolas? ¿Y los insultos continuos a la afición rival? Algunos parece que han acudido al partido a provocar y a despertar iras y viejas rencillas. Luego nos quejamos de que nos traten tan mal en Pamplona. Otros espectadores no han cesado de insultar al árbitro de turno, en lugar de animar a los nuestros. Y Marcelino, como siempre, sin acertar en el planteamiento y sin saber cómo contrarrestar a los navarros. Sólo tres jugadores de casa - Lafita, Ander y Goni - se han salvado de la quema. Una hoguera que seguirá ardiendo durante las próximas semanas: viaje a Mallorca, el Bilbao en casa y visita al Bernabeu antes de la pausa navideña. Si no se ha podido ganar a un Osasuna que no ha hecho nada del otro mundo, ¿a quién se podrá vencer?

     Triste despedida al final del encuentro. Algunos pedían la dimisión de la directiva; otros cargaban contra Marcelino. Eran gritos de impotencia, de decepción. Y muchos gritaban por pedir que algo cambie. O por desahogarse. Una pena. Porque es una pena que la expresión - insulto - más coreada durante el partido haya sido "hijo de p...". ¿Qué aprenderán los aficionados más jóvenes? A la vista está.

     Como recuerdo de esta tarde prefiero quedarme con el saludo inicial de los dos entrenadores - tal como vemos en la fotografía - con el regreso de Goni a La Romareda y con la ilusión de los canteranos Laguardia y Alex, que han calentado en la banda y no han llegado a participar en el encuentro. Lo demás es mejor olvidarlo: el mal resultado, el ambiente enrarecido, el juego alborotado en el centro del campo y el desangelado final. ¿Qué pasará durante la semana? ¿Cómo se afrontará la salida a Mallorca? El día a día lo dirá. Mucha tarea le queda a Marcelino en los próximos días.

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