Blogia
josemarco

LA AUTÉNTICA NAVIDAD

LA AUTÉNTICA NAVIDAD

     Ha cambiado mucho la Navidad en las últimas décadas. En este mundo cada vez má globalizado en que vivimos, en esta sociedad cada vez más consumista, en este entorno cada vez más individualizado, es difícil reconocer la Navidad rural de nuestra infancia, la Navidad en familia, la Navidad sin lujos ni banalidades, la Navidad de villancicos y panderetas, la Navidad fría y desapacible junto al fuego del hogar, la Navidad sin teléfonos móviles, sin ordenadores, sin internet, con sólo dos canales de televisión.

     La reflexión que uno se hace durante estos días es evidente: ¿Cuál es la auténtica Navidad? ¿Qué Navidad preferimos los mayores? ¿Qué Navidad prefieren nuestros hijos? Si es que prefieren alguna,...

     Me inclino por unos días de celebración familiar sin inútiles despilfarros, sin comportamientos postizos para quedar bien, sin la fiebre compulsiva por comprar y comprar. Me inclino por una Navidad rural, con los ecos del silencio, con la compañia de la soledad, con la naturaleza como telón de fondo. Prefiero una Navidad que recupere las tradiciones, que no se deje llevar por el hechizo de papás noeles importados, que no pierda sus auténticos valores. Prefiero  una Navidad con belenes artesanales, con música de villancicos, con estrellas coronando árboles autóctonos. Prefiero una Navidad con Reyes Magos, con leyendas religiosas, con relatos tradicionales, una Navidad literaria.

     Uno es consciente de que no todos coincidirán en estas apreciaciones personales. Hay personas agnósticas, y hay que respetar sus ideas. No sé cuál será la celebración del futuro. No sé si se perderá - si no se ha perdido ya - la esencia de la palabra Navidad. En mi modesta opinión, vamos camino de unas celebraciones paganas, similares a las antiguas fiestas saturnales que celebraban los romanos con motivo del nacimiento del nuevo periodo de la luz. Sería una lástima, sin embargo, se perdiera la esencia de la auténtica Navidad cristiana, la que hemos heredado de nuestros mayores.

* La fotografía es de la colección de Albert Reyes Helguera.

0 comentarios