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josemarco

LIDERAZGO POLÍTICO

LIDERAZGO POLÍTICO

    En estos momentos de incertidumbre política, de crisis económica y de convulsiones sociales; en estos momentos de inquietud preelectoral, de impaciencia por llegar al poder y de preocupación por dejar todo bien atado, llama la atención el talante tan diverso, pintoresco y casi paradójico de algunos líderes políticos. Ahora, precisamente ahora, intentan mostrarnos su mejor cara, su más abierta sonrisa, su inusual espíritu de tolerancia, su explosiva simpatía, su impagable generosidad, su repentino acercamiento al pueblo, sus acelerados viajes a los lugares más recónditos, su talante abierto y progresista.

    Pero, como el electorado es, afortunadamente, cada vez más perspicaz e inteligente, se da cuenta en seguida de lo que piensa el político de turno - sea del partido que sea -, de lo que pretende el aprendiz de líder, de lo que intenta transmitirnos aquí y ahora, a pesar de los pesares y contra viento y marea. Porque uno ya conoce a políticos y expolíticos y sabe más o menos cómo va a actuar si llega a formar parte del equipo de gobierno de un país, de una autonomía o de un ayuntamiento.

     Hay políticos de andar por casa, que sólo muestran su euforia entre los más allegados. Hay políticos dinosaurios, que hacen lo posible por seguir en la brecha, aunque el sentido común aconseje lo contrario. Hay políticos que sólo muestran su cara más amable durante los cuatro meses preelectorales. Hay políticos que disfrutan atacando al rival de turno, un día sí y otro también. Hay políticos que permanecen dentro del cascarón, cual caracol en invierno. Hay políticos que delegan y delegan, para no quemarse ante el posible votante. Hay políticos que se enamoran de su imagen, cual un narciso del siglo XXI. Hay políticos que en primavera renacen de sus cenizas cual una milagrosa ave fénix. Hay políticos, petulantes, pedantes, chabacanos, autoritarios, autistas, endomingados, castizos, ingenuos, soñadores, utópicos e inconformistas.

     ¿Hay algún líder político honrado y cabal? Seguramente lo habrá. Lo importante es que el ciudadano lo sepa valorar, por encima de siglas, tendencias, sentimentalismos o inclinaciones ideológicas. Pero, por desgracia, esta especie humana es cada vez más escasa y pasa casi siempre inadvertida al ciudadano de a pie.

 

1 comentario

Belén. -

Me encantó esta publicación. Real como la vida misma.