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josemarco

ÁNGEL PARÍS

ÁNGEL PARÍS

     Me considero afortunado al tener entre mis manos el primer poemario de la poeta aragonesa Clara Santafé (Zaragoza, 1985), publicado en 2009 por la editorial Comuniter en su colección Resurrección. Ángel París es un libro de pequeño tamaño, pero de gran aliento poético. La autora aborda en 52 poemas la vida de la actriz de porno francesa Karen Bach, conocida también como Karen Lancaume y como Ángel París.

    Son versos que fluyen entre la tristeza y la angustia de una mujer desgraciada y desengañada de la vida - se suicidó a los 31 años - El acierto de los poemas de Clara Santafé reside sobre todo en el tratamiento poético de un tema tabú de un modo profundo, sugerente y entrañable. Poemas como Abierta hasta el amanecer - Pero hay días en que necesito /vengarme de la Humanidad - Garganta profunda - Toda la melancolía del mundo / nació en la primera noche febril de la tierra - o Cronos (carta del suicida necesario) - Pero para no vivir hay que morir / y no es tan sencillo el verbo - nos sumergen en un microcosmos de miedos, recuerdos, soledad y hastío. La vida y la muerte se dan la mano. El placer y el dolor se hermanan en una profunda y descarnada paradoja: Muero y soy un esqueleto de tierra / y entonces descubro la felicidad / estrenando el regalo tardío / de lo opaco.

     La autora - que se declara admiradora de Bertolt Bretch,  de los poetas del 27 y de Ángel González - nos regala además un ramillete de aforismos poéticos que se acercan a las greguerías vanguardistas de Ramón Gómez de la Serna: LA LENGUA: Beluga / amaestrada; LOS OJOS: Carrillón / por el que a veces / se asoman / panteras / o medusas; LOS LABIOS: La luna / articulada; EL CLÍTORIS: Mosca a punto / de morir ahogada / en gelatina.

     Después de saborear los versos de este rico poemario, nos queda el sabor agridulce de una vida desdichada  de la venganza poética, del triunfo de lo vital sobre lo efímero y vulnerable. Nos queda además el sorprendente impacto visual de unos versos que se deslizan con una sensibilidad a flor de piel, a flor de palabra, a flor de sentimiento. Ángel París es el fruto poético de una historia febril y desgarradora, es la invitación a un viaje metafórico por los suburbios de un París nocturno y paradójico, es un homenaje a la vida como camino fugaz e imprevisible.

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