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josemarco

LA NOCHE MÁS OSCURA

LA NOCHE MÁS OSCURA

     Acabo de leer la última novela de la escritora zaragozana Ana Alcolea. Con el título La noche más oscura, Ana nos acerca a un lugar solitario y peculiar del norte de Noruega dominado por un faro sobre el que se entremezclan como en un mágico laberinto historias del pasado y vivencias del presente.

     Con esta novela, la narradora aragonesa ha ganado el VIII Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil. Fue en Anaya donde Ana comenzó su carrera literaria con aquella excelente novela El medallón perdido (2001) que ha cautivado a cientos de adolescentes y que ya va por su decimosexta edición.

     En La noche más oscura la autora retoma el escenario de otro de sus inolvidables relatos: Donde aprenden a volar las gaviotas (2007). Tanto en una como en otra nos acerca a través de tres caminos distintos: la experiencia personal, los sueños de la protagonista - la adolescente Valeria - y los documentos guardados en las vitrinas de un almacén convertido en museo de la guerra. Pero la novela va mucho más allá de la historia de una breve estancia en un faro abandonado en el país nórdico. Con una prosa ágil, precisa e incisiva, Ana Alcolea nos invita a sumergirnos en una atmósfera de inquietud, de incertidumbre y de trágicas premoniciones. El entorno es realista y las vivencias de Mercedes y su hija adoptada Valeria son aparentemente intranscendentes. Pero el ritmo narrativo se ralentiza de vez en cuando y nos ofrece reflexiones sobre las consecuencias trágicas de la Segunda Guerra Mundial, sobre las ambivalencias del amor, sobre los efectos balsámicos de un paisaje casi idílico, sobre el significado profundo de los sueños, sobre la soledad, sobre los primeros idilios de la adolescencia y sobre otros motivos tan humanos como la vida misma.
         La autora, casada con un profesor noruego, suele pasar dos meses en Trondheim, un lugar en el que se ha inspirado para escribir su última novela. En La noche más oscura hay una atmósfera similar a la película de Bergman "Fanny y Alexander". Pero, tal como afirma Ana, "He titulado La noche más oscura porque quizás haya un homenaje a San Juan de la Cruz. En mi novela también hay ráfagas de claridad, de iluminación, fuegos, como sucede en la poesía del místico español".

     He disfrutado con la lectura de esta novela que, aunque va dirigida a un público juvenil, ofrece a los adultos un estilo depurado, unas incursiones históricas bien documentadas y un acertado maridaje entre la realidad y la ficción. La silueta inconfundible del faro misterioso y los nombres de Mercedes, Valeria, William, Lars, Ernest Nilsen y, sobre todo, del soldado Nicolaj Dubrowski quedarán siempre en mi memoria.

1 comentario

ana a. -

Muchas gracias, José María.