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josemarco

TARDE ESTIVAL EN ALIAGA

TARDE ESTIVAL EN ALIAGA

     Me encantan las tardes de verano en Aliaga, sobre todo si en el horizonte van apareciendo grupos de nubes grisáceas y, a lo lejos, comienzan a retumbar sonoros truenos como indicio de una inminente tormenta.

     Esta tarde de sábado, mientras miles de turolenses y de visitantes han abarrotado la plaza del Torico de la capital para dar inicio oficial a las fiestas de la vaquilla con la puesta del pañolico, algunos nos hemos quedado en este pueblo de la sierra, contemplando un arcoiris casi inverosímil que ha dejado paso a una brisa serena y a unos cielos azules, casi crepusculares.

     Tarde estival en Aliaga. Desde el solanar contemplo un paisaje colmado de verdor, después de las lluvias generosas de la primavera. En este pequeña buhardilla me acompaña Susín, un gatito encantador, que apareció ayer por el corral y que buscaba cobijo, cariño y alimento. Susín es juguetón, dormilón, atrevido. Pero se ha acostumbrado en seguida a las normas de la casa y es capaz de comportarse como un animal doméstico y adiestrado.

     Mientras escribo estas líneas, un trueno seco y potente ha roto la tranquilidad del valle y ha eclipsado incluso el sonido cantarín de las campanas de la ermita. Pero, aunque ha desaparecido el arco iris, la lluvia vuelve a cobrar protagonismo. Una lluvia ligera que es un regalo del cielo en esta tarde que invita a la lectura, a la tertulia con los amigos o a un paseo sin rumbo por la orilla del Guadalope.

     La tarde se dilata en estos primeros días de julio. La tormenta va y viene por el oeste. Susín sigue sesteando. En las eras cercanas se oyen risas de niños y niñas que, desafiando a la tormenta, inventan mil juegos para llenar las horas de ocio. Una anciana se asoma al balcón y escruta el horizonte.  La tarde se resiste a desvanecerse. Todavía queda la dulzura del crepúsculo en este valle preñado de silencios. Todavía quedan miles de sueños en el horizonte aserenado.

1 comentario

Silvia Egea Gomariz -

Hola Jose, bonito texto ilustrando la belleza que ven tus ojos, ese crepúsculo que todavía está por llegar, que aún puede regalarte miles de imágenes para escribir. Gracias.