Blogia
josemarco

MASADAS EN EL MAESTRAZGO

MASADAS EN EL MAESTRAZGO

     Son muchas las masadas o masías diseminadas por la provincia de Teruel. La mayoría de ellas están situadas en la parte alta de la comarca del Maestrazgo. La proximidad entre la antigua frontera de los reinos de Aragón y Valencia las convirtió en privilegiados recintos o pequeñas fortalezas de defensa y refugio para los habitantes que poblaban las masadas del entorno. De ahí el sobrenombre de Torres.

    Hoy hemos visitado una de ellas, la Torre Piquer, perteneciente al término municipal de Villarroya de los Pinares y situada en un un cerro rocoso, cerca del nacimiento del río Guadalope y a casi 1.600 metros de altitud. Es una de las Tres Torres Piquer que hay en la provincia de Teruel y, tal vez, la más antigua. Su fecha de construcción se remonta a finales del siglo XIV. Así lo atestiguan su ventana adintelada con adorno, simulando un arco conopial y dos escudos de gran interés histórico.

    Desde una eminencia hemos observado una excelente panorámica: prados verdes con todas las tonalidades, bancales de cereal aún sin cosechar, pequenos rincones de pino oscuro, balsas de riego, abrevaderos para el ganado y algunos chopos, testigos mudos de alguna fuente y algún manantial. Porque Torre Piquer es una de las muchas masadas que estuvieron habitadas hasta finales del siglo XX. En su interior todavía se conservan las distintas dependencias en las que vivían dos o más familias numerosas. Todas ellas piden a gritos una restauración y - aunque parezca utópico - una transformación, que no regreso, en casas rurales o recintos agrícolas. El gran problema son las comunicaciones, los largos y duros inviernos y el cambio de vida de las últimas décadas.

    Un día para la contemplación de un entorno natural privilegiado, para la reflexión sobre modos de vida que casi han desaparecido y para algunos sueños de futuro todavía grises y nebulosos.

0 comentarios