Blogia
josemarco

RECUERDOS Y AUSENCIAS

RECUERDOS Y AUSENCIAS

    A vista de pájaro podemos contemplar lo que queda del embalse de la térmica de Aliaga y el esqueleto gris de la central que dejó de funcionar hace más de treinta años. Gracias a la gentileza de mi amigo Enrique Suco y al buen hacer de los fotógrafos del Hotel de montaña Molino Alto, puedo contemplar desde la distancia un paisaje invernal, aparentemente idílico pero desnudo en su soledad.

    Está claro que ahora no nieva como antes. Ni mucho menos. El calentamiento global y el cambio climático están haciendo de las suyas. Por eso, una pequena nevada de cinco centímetros nos llama la atención. El paisaje se viste de blanco y contrasta abiertamente con el gris de las eminencias rocosas y el gris cemento del gigante edificio herido por el tiempo.

    Por eso me gustaría contemplar este idílico rincón de otra manera. Y ya que es gratis soñar me encantaría ver en el mismo lugar una industria moderna, ecológica y no contaminante. Y que el pantano se dragara de una vez y recobrara su esplendor de antaño. Y que las montañas se vistieran de vegetación. Y que los inviernos, los crudos inviernos de este valle del alto Guadalope nos trajeran nevadas copiosas, Y que las casas de al Aldehuela estuvieran todos el año habitadas y sus vecinos distrutaran de unn trabajo y de un entorno agradable.

   Todo esto quizás sean utopías. Pero este blanco de la nieve, que nos habla de recuerdos, de ausencias, de soledad y de silencio. Parece que nos invita a una ensoñación optimista. Eso sí, desde la distancia, desde la ciudad herida por la niebla o azotada por un cierzo insolente.

0 comentarios