Blogia
josemarco

UN DÍA SIN MÓVILES

UN DÍA SIN MÓVILES

     Es muy bonito y se trata de un gesto muy simbólico el hecho de dejar de utilizar el teléfono móvil durante un día para protestar por la excesiva y arbitraria subida de las tarifas. Eso es lo que han propuesto algunos movimientos y asociaciones para el día de ayer, 6 de febrero, y para el próximo 1 de marzo. Podría ser como una especie de huelga de brazos caídos. O de móviles apagados. Pero no ha sido fácil convencer a la gente para que deje el móvil en casa o incluso lo desconecte. El problema es mayor cuanto más jóvenes son los usuarios. Porque este minúsculo aparato electrónico se ha convertido en algo casi indispensable para muchos adolescentes e incluso niños. Hay una excesiva adicción al móvil en nuestra sociedad. Muchos podrían prescindir de otros electrodomésticos o de algunos productos de primera necesidad antes que dejar el móvil en casa o regalarlo.

     Nunca me hubiera imaginado hace unos diez años que el móvil iba a ser tan cotidiano, tan necesario. Las compañías telefónicas se frotan las manos y nadie quiere quedarse fuera. Lo peor de todo es que muchos usuarios – sobre todo los jóvenes – se cansan de un determinado modelo y adquieren otro. Casi como el que se cambia de camisa o de zapatos. Por no hablar de los móviles de alta generación y de los artilugios que nos deparará el futuro: la televisión en el móvil, internet en el móvil,… Todo un camino por recorrer del que desconocemos el final.

     Personalmente uso poco el móvil. Sólo lo llevo en determinadas ocasiones – viajes, desplazamientos – y casi siempre para recibir llamadas. Eso sí, como padre todavía no veo la necesidad de dotar a mi hijo de un móvil para localizarle o controlarle. De momento, cuando acaba de cumplir doce años, me parece una decisión fuera de lugar. Aunque siempre habrá quien opine lo contrario y lo justifique. Todo es según el cristal con que se mira. O, al menos, así lo parece.




0 comentarios