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josemarco

CINCUENTA AÑOS DE EDUCACIÓN

CINCUENTA AÑOS DE EDUCACIÓN

          Ayer por la mañana comenzaron en el Instituto de Educación Secundaria “Virgen del Pilar” los actos de celebración del cincuentenario de este Centro, que comenzó su ya dilatada andadura en el ya lejano curso 1956-1957. Este complejo educativo, que comenzó como Instituto Sindical de Formación Profesional, con 450 alumnos, muchos de ellos internos, ha crecido, ha mejorado y es hoy un Instituto moderno y acogedor.Hasta principios de mayo, la Comunidad Educativa ha programado una serie de actos conmemorativos, entre los que destacan las Exposiciones, Mesas Redondas, Encuentros de Empresas y Jornada de Puertas Abiertas.

          En el Acto Inaugural de esta mañana han intervenido la Consejera de Educación, Cultura y Deporte, doña Eva Almunia y el Secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana. Éste ha impartido una conferencia sobre los últimos cincuenta años de la educación en España. Ha proporcionado datos y hemos podido comprobar cómo han cambiado las cosas desde entonces. Afortunadamente, para bien. A pesar de las luces y sombras de la educación actual. A pesar de las carencias de la LOE. A pesar de las críticas de los que siempre se sitúan en las antípodas.Por citar sólo algunos datos: en el curso 1956-57, sólo un treinta por ciento de alumnos terminaba los estudios de Bachillerato Elemental (actual Secundaria). Sólo un quince por ciento del alumnado asistía a clases en Institutos públicos. Sólo había en España poco más de cien Institutos – dos por provincia –. La enseñanza obligatoria llegaba sólo hasta los doce años. Luego llegó la Ley General de Educación de 1970, la LOGSE de 1990, la LODE, la efímera LOCE y la reciente LOE. ¿Cuánto durará la Ley Actual? Esperemos sea para el bien de todos. Y que los próximos cincuenta años no sean tan volubles ni cambiantes. 

2 comentarios

tomas -

Hola, una pregunta ? quien es el autor del comentario que insertáis con fecha 25.2.07 ¿vuelve la Inquisición?
Javier Lopez Clemente o Jose-Ulpiano Perez Cervantes
Gracias por la contestación

Javier López Clemente -

¿Vuelve la Inquisición?


José-Ulpiano Pérez Cervantes - Sant Pere de Ribes, Barcelona

EL PAÍS - Opinión - 24-02-2007
Con la sentencia del Tribunal Constitucional, que avala el despido de los profesores de religión que no observen las normas de la materia que imparten, creo que se han sobrepasado muchos límites y se ha cometido, bajo mi punto de vista, una injusticia mayúscula, precisamente por el órgano que debe velar por los derechos constitucionales de todos los españoles.

Según la sentencia, que señala, entre otras cosas, que los docentes deben destacar "por el testimonio de vida cristiana", estos profesores quedan a expensas del obispado de turno, quien decidirá su futuro en base a unas condiciones, normas y reglas que nada tienen que ver con el Estatuto de los Trabajadores, y por lo tanto serán discriminados, al ser vigilados bajo el prisma de una religión que puede no ser la suya. ¿O es que, por ejemplo, todos los profesores de Medio Ambiente tienen que ser ecologistas practicantes y no pueden tener coche porque contamina, salvo amenaza de despido?

A partir de ahora, los 16.000 enseñantes de religión no podrán usar preservativos, ni dejar de bautizar a sus hijos, ni podrán abortar, ni divorciarse y hasta tal vez deban ir a misa una vez a la semana y comulgar, so pena de ser despedidos de sus trabajos. ¿Es todo esto constitucional?

En España tenemos objetores de conciencia varios: los farmacéuticos que no quieren vender preservativos, los médicos que no quieren practicar abortos y, a pesar de incumplir sus obligaciones y su código deontológico, nadie los sanciona. Los curas se niegan a bautizar a hijos de divorciados o separados y casi nadie protesta, pero ¿podemos imaginar que entre un cura a comprar a una tienda y el tendero no le sirva porque es ateo y no le cae bien?

La primera profesora despedida (una mujer, en una Iglesia que las discrimina y las ignora) paga sus impuestos, con los cuales el Gobierno subvenciona una parte del pecunio que recibe la Iglesia católica y sólo la católica, y además paga el sueldo que ella recibe, pero la decisión sobre la idoneidad de su puesto de trabajo lo decide el obispado. ¿Sería posible que a los médicos o abogados que también los paga la Administración su despido lo decidiera el Colegio de Médicos o el de Abogados, y así con todos los profesionales?

Flaco favor le hace el TC a la sociedad a la que debe amparar y defender si da cobertura de ley a una religión de las muchas que hay, cuando nuestro texto constitucional dice claramente que España es un Estado laico. Dejar a un trabajador en la calle porque su forma de vivir en lo privado no respeta las normas de la materia religiosa que imparte, habrá que respetarla como todas, pero es inconstitucional para los seres humanos y para la sociedad democrática en la que vivimos, además de un insulto a la justicia y a la inteligencia, a menos que hayamos vuelto a la Inquisición, lo cual sería tenebroso y preocupante, pero más si es avalado y defendido por el TC, que debería ser el garante de nuestros derechos, sea cual fuere nuestra preferencia religiosa.