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josemarco

IMÁGENES DE UN VIAJE

IMÁGENES DE UN VIAJE

     Desplazarse en coche una mañana pre-primaveral de un sábado de marzo da para mucho. O para casi nada, según como se mire o se enfoque. Tomar la Vía Hispanidad y luego el inacabado Cuarto Cinturón nos acerca a los montes de Torrero y al futuro enclave del cacareado "Puerto Venecia". Muy cerca aparece el macroedificio de la multinacional sueca "Ikea", con su silueta azulada y su icono amarillo, solo y erguido en medio del páramo zaragozano. Un poco más a la derecha contemplamos las grúas que coronan los edificios de Valdespartera, cada vez más impersonales y abigarrados. A partir de ahí, nos dirigimos hacia Muel por le autovía mudéjar - la autovía eternamente inacabada -. A la izquierda,, edificios encadenados, construcciones anárquicas, urbanizaciones en pleno secarral: Cuarte, Santa Fe, Cadrete, María de Huerva, Mozota y Botorrita. ¿Les va a favorecer la cercanía a la capital del Ebro? El tiempo lo dirá.

     Ya en Muel, atravesamos un pueblo casi desierto, sesteando en esta mañana ventosa de marzo. Huele a cerámica, a cemento, a abono, a huerta, a primavera. Desde allí hasta Mezalocha, una carretera de las de antes, estrecha y sinuosa. Una carretera para ciclistas, para turismos de poca cilindrada, para el que no tiene prisa. Florecen los almendros y los manzanos. Las vides se mantienen todavía en la invernada. A lo lejos, el campanario de Mezalocha, que pide a gritos una restauración. Y, al fondo, el río Huerva, saneado pero cada vez más diminuto. Y un poco más arriba, el pantano, casi lleno, para tapar la boca a los agoreros y pesimistas. Es verdad que tiene que llover, pero no es para tanto. También hay que ahorrar y dosificar el uso del agua. Y pocos se lamentan de la irresponsabilidad de la mayoría.

     Son imágenes de una mañana de marzo camino de Mezalocha. Un viaje corto. Un viaje que nos ofrece una mirada distinta de la realidad. Un viaje que nos aparta un poco del tedio ciudadano, de los dimes y diretes de los políticos de turno, del agobio semanal, de los planes condenados al fracaso, de la incertidumbre de todos los días.

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