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josemarco

PÉRDIDA DE EMPLEOS EN LAS CUENCAS MINERAS

PÉRDIDA DE EMPLEOS EN LAS CUENCAS MINERAS

     La comarca turolense de las Cuencas Mineras es una de las que más problemas tiene para fijar su población. La situación es cada día más preocupante, a pesar de los esfuerzos que se están realizando desde diversos organismos para que no sea así. Después de la sangría de población de los años sesenta - que compartió con la mayoría de las comarcas de Teruel - y tras sufrir una dura reconversión durante las décadas de los años 80 y 90 del pasado siglo, debido al cierre de numerosas explotaciones mineras y de la central térmica de Aliaga, esta comarca sigue sufriendo el problema del cierre de empresas, de la rescinsión de contratos o de la drástica reducción de plantillas. Aunque actualmente afecta, sobre todo, a las poblaciones de Escucha y Montalbán, esta siuación puede continuar como un efecto dominó en otras empresas de la zona.

     Félix Rubio, portavoz del grupo de Izquierda Unida en esta comarca, se hace eco de esta situación y pide al Gobierno de Aragón que intervenga en la búsqueda de una solución para evitar males mayores. No basta con hablar del pleno empleo, no es suficiente con airear la renta per cápita de las pocas personas que habitan en esta zona. Lo esencial es buscar alternativas fiables y de futuro a esta sangría aparentemente imperceptible. En la actualidad - según el último censo de 2001 - habitan unas nueve mil personas en una superficie de 1.408 kilómetros cuadrados, que agrupa a 30 municipios. La densidad de población era, en este inicio de siglo, de 6,7 personas por kilómetro cuadrado. Una cifra ridícula y preocupante. Hay que tener en cuenta, además, que casi la mitad de la población supera los 55 años de edad y que la mayor parte de esas personas están prejubiladas o jubiladas. Como es lógico, los jóvenes se van a buscar trabajo a otras zonas más prósperas. Sólo el turismo intenta marcar una pauta positiva en esta comarca. Pero el turismo no basta. Ni tampoco es suficiente la afluencia de mano de obra extranjera. El crecimiento vegetativo es negativo y los datos así lo demuestran: a principios del siglo XX habitaban en esta zona veintidós mil personas; ahora, un siglo después, esta cifra ha quedado reducida a menos de la mitad. ¿Qué ocurrirá dentro de cuatro o cinco décadas?

1 comentario

Marta Molina -

Querido José,
Mi nombre es Marta Molina, periodista. Trabajo en un reportaje sobre localidades carentes de infraestructuras culturales y que tengan difícil acceso a la cultura. Pueblos aislados de la cultura, o algo así. Quisiera saber si, con tus conocimientos acerca de la realidad turolense, podrías ayudarme