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josemarco

UNA BUENA NOTICIA PARA ARAGÓN

UNA BUENA NOTICIA PARA ARAGÓN

     El próximo jueves, 21 de febrero se inaugurará el último tramo de la autovía mudéjar, que enlaza Calamocha con Romanos. Después de casi dos décadas de esperas, retrasos, paréntesis y otros inconvenientes, quedarán unidas por autovía la capital de Aragón con la capital de la Comunidad Valenciana. Para los que nos desplazamos con frecuencia hacia Teruel o hacia el Levante español es una buena noticia. Aunque llega tarde y se ha hecho esperar, por fin podremos desplazarnos a la capital del Turia en menos de tres horas. Está claro que las infraestructuras ferroviarias entre ambas capitales tendrán que mejorar mucho si quieren llegar a competir con el turismo o el autobús. Es un impulso más a las comunicaciones en Aragón. Pero no se trata de un punto final, sino de un punto y seguido.

     Quedan pendientes otros tramos de esta autovía, que debería llegar cuanto antes a la frontera francesa. Queda pendiente la autovía Jaca-Pamplona, la autovía Huesca-Lérida, el desdoblamiento desde El Burgo de Ebro hasta Alcañiz, el desdoblamiento desde Pina de Ebro hasta Fraga, el desdoblamiento desde Figueruelas a Mallén. Y un largo etcétera. La tarea no ha hecho más que comenzar. Los próximos gobiernos nacionales y autonómicos deberán tener en cuenta todos estos proyectos - algunos de ellos en marcha - para que no ocurra lo mismo que con la autovía mudéjar. Los cambios de gobierno, los cambios de legislatura no deberían influir en los planes de futuro. Sin embargo, últimamente se ha podido comprobar lo contrario. Bastaría consultar las hemerotecas para informarnos de la continua paralización de proyectos debido a motivos políticos.

      De todos modos, bienvenido sea este nuevo tramo. El tiempo dirá si, además de acortar el trayecto y mejorar la seguridad, beneficiará o perjudicará a los pueblos por los que discurría la antigua carretera nacional. Habrá que ver qué ocurre con Daroca y sus infraestructuras turísticas. Habrá que comprobar qué ocurre con Calamocha y sus comercios, bares y restaurantes a pie de carretera. La autovía es un gran avance pero, paradójicamente, podría dejar sin vida a los habitantes de los pueblos que se dedican al sector servicios, al sector turístico y a la hostelería. Es la otra cara de la moneda, la cara oculta del progreso. ¿Cuál puede ser la solución? Habría que crear nuevas infraestructuras y buscar fórmulas imaginativas para que esas zonas de las provincias de Zaragoza y Teruel no sean sólo un lejano lugar de paso. Sería, en cierto modo, una pequeña vuelta atrás. Y eso no le interesa a nadie. 

1 comentario

Javier López Clemente -

¿Afectará la apertura total de la autovía al tráfico que por las Cuencas Mineras va desde Zaragoza a Teruel?

Salu2 córneos