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josemarco

UNA PELÍCULA MUTILADA

UNA PELÍCULA MUTILADA

     Nos soy muy aficionado al cine en televisión. Prefiero las películas en gran formato y en una sala comercial. Pero anoche hice una excepción - el viernes se dilata más la madrugada - para ver por segunda vez la película de David Trueba Soldados de Salamina. La primera vez que la vi, me impresionó. Luego leí la excelente novela de Javier Cercas y me conmovió esa historia que oscila entre la realidad y la ficción y que realimenta la memoria de tanto desmemoriado. Ayer, sin embargo, no tuve la misma impresión que la primera vez, ni mucho menos. ¿Cuál fue el motivo? No fue el conocimiento de los hechos, ni la relectura, ni el revisionado. Fue la insoportable, repetitiva, machacona e inoportuna publicidad.

     ¿Adónde vamos a llegar? ¿Quién se va a decidir a poner coto a este desmesurado incremento del tiempo de publicidad en todas las cadenas de televisión? Lo peor de todo fue que, después del penúltimo corte publicitario, - que duró quince minutos de reloj - apenas pudimos ver quince minutos más y, sorprendentemente, cortaron de nuevo. En ese momento, se agotó mi paciencia y apagué inmediatamente el televisor. Eso sí, ya tengo la lección bien aprendida: la próxima vez que me interese una películar iré al videoclub más cercano o recurriré a internet.

      Es una pena que ocurra esto en una cadena pública, que pagamos entre todos los contribuyentes. Es una pena que suceda en la segunda cadena, que debería ser la abanderada de la sensatez, la moderación y el equilibrio. Pero parece que en estas fechas todo roza la desmesura. Si al menos fuera en sentido positivo...

1 comentario

Joherg -

Me sumo a tu comentario. Es una vergüenza que tengamos que soportar y encima pagar ese bombardeo ¿publicitario? en una cadena pública de TV.