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josemarco

EL DÍA DE MAÑANA

EL DÍA DE MAÑANA

     La lectura de El día de mañana, última novela del escritor aragonés Ignacio Martínez de Pisón (Zaragoza, 1960), ha supuesto para mí un viaje literario apasionante e inolvidable por esa Barcelona gris de los años cincuenta y sesenta y por esa ciudad convulsionada durante los últimos años del franquismo y los primeros compases de la transición democrática. El autor de El tiempo de las mujeres (2003) y Dientes de leche (2008) nos ofrece en este relato caleidoscópico un apasionante y vasto tapiz social de la España de la segunda mitad del siglo XX.

     En mi modesta opinión, la historia novelada de Justo Gil, un inmigrante, un antihéroe, que se sumerge progresivamente en un laberinto degradante y sobrecogedor, me recuerda al joven protagonista de La busca de Pío Baroja o al inolvidable Onofre Boubila de La ciudad de los prodigios de Eduardo Mendoza. El procedimiento narrativo que utiliza Ignacio, que ya esbozó en El tiempo de las mujeres, nos recuerda a la mítica Ciudadano Kane. Ese punto de vista plural realza la verosimilitud de los hechos y enriquece la trama con otras historias paralelas surcadas por la pasión, el desamor, el engaño, la clandestinidad, o la penuria social y económica.

        Sin divagaciones, sin artificios explicativos, confiándolo todo a la escueta narración de hechos, Martínez de Pisón alcanza en algunos momentos una sutileza psicológica y una hondura que constituyen indicios inequívocos de la madurez creadora. Además, la lectura resulta ágil, con un estilo preciso, sin inútiles digresiones o retórica innecesaria. Desde las primeras páginas, el lector queda atrapado en un ambiente que, para los que conocemos la Barcelona de esos años, resulta creíble y muy cercano.

      El día de mañana podría considerarse como una de las grandes novelas de la transición. Martínez de Pisón acaba de recibir el Premio de las Letras Aragonesas 2011  y el Premio Ciutat de Barcelona 2012. Un reconocimiento a la trayectoria de este novelista que ya nos sorprendió positivamente con La ternura del dragón (1984) y que hizo gala de sus dotes de ensayista con Enterrar a los muertos (2005)

1 comentario

salvador chaparro -

Efectimamente, para bien o para mal habra lo mismo no habiendo un cambio de gobierno, sino un cambio de régimen, creo que era lo queria hacer con carrero blanco, probablemente estemos en ello casi 40 años después, es una incógnita si sera bueno o malo esta situacion...