Blogia
josemarco

ADIÓS A LA CALIDAD DE LA ENSEÑANZA

ADIÓS A LA CALIDAD DE LA ENSEÑANZA

     A nadie se le oculta que los recortes, ajustes - o cualquier eufemismo similar - en Educación van a repercutir a corto, medio y largo plazo en la calidad de la enseñanza, especialmente de la enseñanza pública.

    Al parecer, da la impresión de que algunos rectores políticos y mandamases educativos están inquietos porque la enseñanza pública llega cada vez más a todos, intenta alcanzar a los más desfavorecidos, pone en práctica la atención a la diversidad y compite abiertamente con la enseñanza privada concertada. Al menos esa es la dura realidad. Parece que algunas mentes pensantes añoran la educación de los años sesenta del siglo XX y quieren volver a una enseñanza elitista, reservada sólo no a los más inteligentes sino a los más pudientes.

    Esos tres mil millones de recorte, que se ha sacado de la chistera el actual ministro de Educación, van a hacer mucho daño al sistema, al profesorado de la enseñanza pública y, sobre todo, a los propios alumnos. El incremento de la ratio va a ser una triste realidad el próximo curso. ¿Cómo vamos a atender a grupos tan heterogéneos y de distintas procedencias? También va a afectar la la calidad educativa el aumento de carga horaria para los profesores. ¿Cuándo van a preparar sus clases, a programar, a corregir, a atender mejor a las familias? Esto implicará inmediatemente reducciones de cupo y miles de profesores interinos en paro. Toda una madeja de despropósitos que se irá desenredando sin tregua.

    Todo ello por no hablar del recorte en programas de innovación educativa, como la Escuela 2.0, en personal de Centros de Formación del Profesorado o en programas de apoyo, orientación o reducción de la optatividad en bachillerato. Un bachillerato que se quiere concertar en el futuro. ¿Quiénes llegarán a la Universidad? Los mejor situados económicamente. Porque las tasas se van a incrementar sensiblemente y el bolsillo de muchos ciudadanos no va a dar para más. Y que no  nos hablen de becas. Que no es lo mismo, ni mucho menos.

    En fin. Se avecinan malos tiempos para la enseñanza pública. ¿Volveremos a las aulas masificadas? ¿Habrá que rescatar de nuevo la clase magistral? ¿Tendremos que seguir peleando contra la indisciplina y el desorden? En pocos meses se podrá comprobar cómo estas medidas van más allá de un mero ajuste. Y aún nos anuncian otras medidas para antes del verano. ¿Dónde volverán a meter la cuchara? El tiempo lo dirá. De momento, ya nos tienen a todos en vilo, a profesores, alumnos, familias y ciudadanos de a pie.

 

1 comentario

Un paisano -

Totalmente de acuerdo, José María. Estas decisiones políticas creo que están tomadas desde la ignorancia. Pretender sacarnos de la crisis actual con planteamientos propios de mediados del siglo pasado es un tremendo error. No creo que nadie con un mínimo de inteligencia sospeche que a través de estas medidas que atentan contra pilares de cualquier estado avanzado sea posible generar riqueza y puestos de trabajo. Si añadimos cero compromiso social y nula empatía hacia las personas tenemos las políticas basadas exclusivamente en los mercados y la economía.
Te pongo un enlace a una entrada de mi blog donde hablo del tema en términos laborales.
Un abrazo, porrino.
http://empleoteca.blogspot.com.es/2012/04/el-retorno-al-taylorismo-o-el-espejo.html#more