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josemarco

DE TODO CORAZÓN

DE TODO CORAZÓN

    Hay poemas que colman y adensan los sentidos. Pero hay poemas que surgen del corazón y llegan hasta lo más hondo del sentimiento. Esta es la sensación que experimento cada que leo y releo los poemas de la escritora jienense Amaya Martín. Amaya ejerce actualmente como médico especialista en aparato digestivo y compagina su profesión con la pasión por las letras y, en especial, por la poesía. Ha participado en muchos recitales poéticos nacionales y regionales así como en varias y selectas antologías. Está a punto de ser publicado su primer poemario "Alea iacta est" en colaboración con el también poeta y escritor Jose Antonio Azpeitia y en este momento se encuentra trabajando en el que será su segundo poemario: “ La fuga de Don Tancredo”.

   Tengo entre mis manos una selección de poemas de la propia autora y no sé cuál elegir para ilustrar estas palabras de admiración y de sincero reconocimiento. Porque la poesía de Amaya brota como un manantial impetuoso, aletea bullidora entre las sombras de lo cotidiano, refleja las vivencias y los vaivenes de la vida como en un espejo sugerente y nos contagia con ese ritmo que alterna la suavidad serena con el ímpetu reivindicativo.

   En uno de sus poemas - Lo celebro - nos ofrece sus señas de identidad:                                         

Si te duelen mis palabras
¡Lo celebro!
Yo nací para ser garra,
verbo ácido en tu viento,
flecha lanzada y cuchillo
que te atraviese la espalda...,
hierro candente en tu brazo
que te haga mío en su sello
...y prefiero que me odies,
que me odie tu ignorancia...
a que me ignore tu pecho.

    Flecha, cuchillo, hierro candente,...símbolos del agudo filo de sus poemas y de la esencia de su latido vital. La poeta se confiesa rebelde, inquieta, acunada por los vaivenes del amor y del dolor, de la soledad y de la libertad. Pero también nos muestra su lado más tierno en poemas como el dedicado a su abuelo: 

Era de ojos verdes

de postura enhiesta

Llevaba chaleco

bastón y sombrero

y un pañuelo al cuello

de franela o seda

 Cruzaba la calle

más ancho que largo,

la mirada en alto,

los pies en la tierra

 Iba haciendo ojo

entre las abuelas..

cosa que ponía

a mi abuela negra

 Hace ocho años

que ya no me espera

como hacia siempre

con la puerta abierta..,

las mejillas rojas,

el puro en la boca,

la sonrisa puesta

 Se marchó un mal día

un mal día de invierno

de aquella mi tierra

cuando estaba lejos,

tan lejos de él,

de mi tierra amada

de su luz serena

 Caballero noble

con más Don que Din..

lo pagaba todo

y no pudo en cambio

pagarse el entierro

 De música y libros

del hombre y su historia

sabía bastante..

Y a pesar de ello,

nunca le escuché

mal decir de nadie

 Hoy estás conmigo

¡Sangre de mi sangre!

    Son muchos los poemas de Amaya que podríamos seleccionar en esta breve reseña. Pero en este marco otoñal que estamos viviendo, un otoño preñado de desasosiego e incertidumbre, voy a plasmar uno de los poemas que publicó hace poco más de un año en el blog del poeta zaragozano Fernando Sarriá, que dedicó una semana a la poeta andaluza:

En este Otoño de Inviernos
en que sobran las certezas
que quisimos no tener..
en que una escarcha traidora
nos atacó por la espalda
deteniéndonos en seco
y congeló el latido,
y nos caló los huesos..
con su nieve blanca


En Este otoño de inviernos
de manillas de reloj sin marcha atrás
en que tan solo hay lugar
para las frentes altas...
y los pechos al aire...
y las bocas abiertas...
que prefieren dar sus pasos 
sobre los campos minados
a vivir en la agonía 
de una muerte programada,
en su inconsciencia feliz 
de una anestesia pactada

En este otoño de inviernos
lloro hojas de impotencia
y de lucha sin cuartel...


Hojas parduzcas, verdosas..
de amargura y esperanza
caen del cielo como aves
y se posan a mis pies
.  

(http://crepusculariosiglo21.blogspot.com.es/2012/09/semana-dedicada-amaya-martin.html

    Espero os acerquéis durante una de estas dilatadas tardes de otoño al poemario de Amaya Martín y disfrutéis de una poesía fresca, sincera, audaz y sugerente.

1 comentario

Amaya -

Gracias Jose Maria, por esta deferencia que has tenido conmigo.Saber que las letras llegan con la misma intensidad que parten es todo o caso todo para cualquier poeta. Me ha emocionado tu artículo, mucho. Un abrazo
Amaya Martín.