Blogia
josemarco

¡VIVAN LOS ICONOCLASTAS!

¡VIVAN LOS ICONOCLASTAS!

    Hay personas que mantienen vivo en su interior el rescoldo del resentimiento. Hay hombres que no conocen ni conocerán la autocrítica, pero que aprovechan cualquier oportunidad para ver la viga en el ojo ajeno  y echar más leña al fuego. Hay disidentes natos, iconoclastas natos, radicales natos. Sólo existen ellos  contra el mundo. Todo lo ven negro. Pasan repentinamente del blanco al negro e ignoran que existe el gris. Son personas que han visto el mundo desde una atalaya de porcelana y por ello se creen consejeros, adivinos, divos y agoreros. Suelen permanecer al margen de los eventos importantes de la sociedad, porque se han retirado ya a sus cuarteles de invierno. Pero cuando hablan o escriben, no cesan de expresar verdades a medias, censuras inconsistentes y amenazas a diestra y siniestra. Afortunadamente, no hay muchas personas de este talante.

    Uno de ellos fue presidente del gobierno de España y aparece y reaparece como el Guadiana en los medios de comunicación. Acaba de publicar el libro Cartas a un joven español, que completa una trilogía. Sus ideas son peculiares, originales y sorprendentes. Probablemente tendrá mucho éxito, porque la extravagancia vende mucho y las ideas apocalípticas están de moda. ¿Por qué no puso en práctica lo que piensa cuando tenía la mayoría absoluta? ¡Ver para creer!, que decía un famoso locutor de la radio y la televisión.

3 comentarios

Santiago -

pienso demandarle...
o contestarle en una carta abierta en el periódico.

Si quiere recuperar el espíritu de la cruzada, que le escriba a Covadonga.

Javier López Clemente -

Don José, suscribo.
Son de esas personas encantadas de haberse conocido de las que tenemeos que huir a toda prisa.

Salu2 Córneos.

Luis Antonio -

Comparto todo lo que has expuesto. Parece ser que el libro no tiene desperdicio. Recojo una frase que ya ha publicado la prensa: "Somos una nación constituida frente al islam". El joven a quien dirige las cartas se llama Santiago. !Vuelve el espíritu de las Cruzadas!
Me pregunto, ¿qué virtudes encontrarán en este hombre los que lo votan, aplauden y veneran? Yo, por más que busco, no le encuentro ninguna...