VERANO DE 2018 (V)
Con la llegada del mes de septiembre, el verano se apacigua y el calor se suaviza. Las noches son más frescas y la naturaleza respira un halo de humedad muy peculiar. Ha sido un verano húmedo y esperemos que pronto salgan los primeros rebollones y podamos recogerlos en los bosques cercanos.
El mes de septiembre indica una cierta vuelta a la rutina y a la normalidad. Pero en algunos pueblos, como en Aliaga, esto es una excepción, porque hasta el día 9, que indica el final de las fiestas, se mantiene en el pueblo un clima festivo y un calma antes del chupinazo del jueves que indicará el inicio de cuatro días de diversión, de alteración de horarios y de actos festivos de todo tipo.
Mientras tanto, se ha silenciado el bullicio de los niños en las calles, las peñas preparan todo de puertas para adentro, la piscina está semivacía y el cielo gris y encapotado se enseñorea del paisaje. Son los signos de septiembre, los anticipos de un otoño que llegará en menos de tres semanas. Entonces echaremos de menos este verano de 2018 y soñaremos con el próximo o con las próximas celebraciones de Navidad y Reyes.