ATALAYA PRIVILEGIADA
Con lentitud, con rapidez, contemplando el paisaje, mirando hacia lo alto y con mucha ilusión. Así se puede ascender a lo más alto del castillo de Aliaga desde hace un mes. Han instalado una escalera sobre la estrecha y cada vez más deteriorada senda antigua para facilitar la subida a todo aquel que no tenga vértigo y camine con normalidad. Desde los más pequeños hasta la gente mayor, vecinos del pueblo y muchos visitantes suben estas cincuenta escaleras de metal y se plantan junto a la cruz de unos tres metros que corona la piedra que servía de parapeto al castillo.
Hay que valorar la iniciativa y hay que valorar también los dos carteles informativos que hay en dos remansos del recorrido. Nos ofrecen fotografías antiguas de lo que fue este castillo medieval, que se remonta al siglo XII. Y nos informan de la destrucción casi total durante la guerra carlista del siglo XIX y del deterioro y el abandono posterior. Ojalá este primer impulso sirva para recordarnos que las ruinas se pueden restaurar, que el pasado no se puede dejar sepultado para siempre y que este castillo tiene una historia que habría que exhumar.
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