Blogia
josemarco

LA CARA OCULTA DE LA GUERRA

LA CARA OCULTA DE LA GUERRA

     Esta tarde me he detenido durante unos minutos en la lectura minuciosa de la sección de Heraldo de Aragón dedicada a la cada vez más cruenta e injustificada guerra de Irak. En esta página, Gervasio Sánchez - famoso reportero cordobés afincado en Zaragoza - elabora hora tras hora un diario de lo que está sucediendo en las entrañas de Bagdad. En Cartas desde Bagdad el periodista español pone a los lectores en contacto con una realidad cruel. Su único comentario esperanzador es que en las zonas donde no está presente el ejército estadounidense se está pasando pauatinamente del terror a la normalidad. Por algo será, señor Bush.

     Plasmo un fragmento del diario de Gervasio, redactado el domingo, 23 de marzo de 2008 - cinco años después del inicio de la guerra - a las 14 horas en Irak:

     "La mañana está siendo especialmente violenta en la capital. Varios francotiradores que se desplazaban en tres coches han disparado a los transeúntes en dos concurridas calles de la capital y han matado a siete personas. Otras cinco personas han muerto en otra zona alcanzadas por la carga de proyectiles de morteros.

     Otras informaciones hablan de un bombardeo de aviones estadounidenses contra el pueblo de Balad Ruz, al norte de Bagdad, que ha acabado con la vida de una docena de niños y mujeres. En otro incidente en Mosul, al norte del país, trece policías han muerto y unos treinta han resultado heridos cuando un automóvil cargado de explosivos se ha empotrado contra una comisaría".

     Gervasio Sánchez ha vuelto a Irak para transmitirnos de nuevo la cara oculta del terror. No sé si los mandatarios estadounidenses se leerán algún fragmento de este diario de guerra. De momento, ya han rebasado la cifra de cuatro mil soldados muertos. ¿Hasta cuándo? Mientras tanto, los habitantes de Bagdad ya están cansados de tanta guerra. Pero la estela del terror no se detiene. Y, lo peor de todo, es que algunos confiesan que no tienen más remedio que acostumbrarse a convivir con el sobresalto cotidiano, con la sangría continua, con la agresión indiscriminada. Gervasio acaba su comentario hablando de que el único milagro posible en Irak es un mejor trato a la población y una ausencia total de fuerzas ocupantes. La realidad de los hechos es clara, contundente. Sin embargo, los que apoyan la gestión nefasta de Bush se tapan los oídos y los ojos ante esta verdad a gritos. Quizás estén en otra órbita. O tal vez sus intereses vayan por otros derroteros muy distintos al de la búsqueda de la paz. 

0 comentarios