DONDE APRENDEN A VOLAR LAS GAVIOTAS
No el verso inicial de un poema, ni un epígrafe más o menos ocurrente. Se trata de la tercera novela de Ana Alcolea, que acaba de aparecer en la colección juvenil de la editorial Anaya. Tengo entre mis manos este relato de Ana, con la que me une una estrecha amistad desde aquel ya lejano 1986 en que aprobamos en Madrid unas complicadas oposiciones. Desde entonces, Ana ha compaginado su vocación didáctica con la crítica y con la creación literaria.
Primero escribió El medallón perdido, un relato de intriga, de aventuras en un país africano y de un ritmo narrativo excepcional. Después nos sorprendió con El retrato de Carlota, que nos trasladaba a la Venecia carnavalesca y nos sumergía en la intriga y en una laberíntica historia familiar. Ahora nos invita a viajar a los países nórdicos que ella conoce tan bien. Un impulso importante en su carrera literaria y un nuevo regalo para los jóvenes lectores y para los no tan jóvenes admiradores.
La leeré con detención en los próximos días. Espero un relato ágil, de prosa cuidada y de estilo depurado. Y volveré a opinar de esta novela que confirma a una narradora Zaragozana más allá de nuestras fronteras. El día 10 de junio estará en una caseta de la Feria del Libro. Espero darle mi enhorabuena y agradecer su labor creadora.
1 comentario
ana a. -
Un beso.