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josemarco

¡VIVA LA INCONGRUENCIA!

¡VIVA LA INCONGRUENCIA!

     Durante estas últimas semanas han sido muchas las personas - compañeros de trabajo, vecinos, conocidos - que me han preguntado por la situación de la planta eléctrica de Aliaga. La mayoría no entiende cómo una empresa que ha estado funcionado durante siete años tenga que cerrar sus puertas de la noche a la mañana porque ha habido una sorprendente falta de comunicación entre distintos órganos de la Administración y una ausencia total de diálogo entre los representantes de la empresa y los responsables políticos.

     Casi todos coinciden en la incongruencia de la situación. Y es que, cuando se encadenan los despropósitos y la incoherencia se convierte en el pan de cada día, los problemas, en vez de solucionarse, se multiplican. Porque todos nos hemos hecho alguna de estas preguntas: ¿Por qué la Confederación Hidrográfica del Ebro permite la construcción de las instalaciones y de un azud en mitad del Guadalope, sin haber otorgado la concesión de caudal? ¿Por qué el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón autorizó la construcción de la industria sin tener asegurada su materia prima y obvió una evaluación previa del Impacto Ambiental? ¿Por qué el Departamento de Industria permitió que la empresa vendiera electricidad durante años en régimen especial con una autorización provisional?

     Las preguntas podrían sucederse indefinidamente. Pero la cruda realidad está ahí: once trabajadores en el paro, el futuro de Aliaga cada vez más negro y todo el esfuerzo y la inversión de varios años en el saco del olvido. Dicen algunos medios de comunicación que los empleados aún tienen un rayo de esperanza. Mientras tanto, el vicepresidente Biel habla de que es un tema controvertido y el Justicia de Aragón ruega al Departamento de Medio Ambiente que revise las razones que le llevaron a denegar a Neoelectra la Autorización Ambiental Integrada. El Justicia habla tambiénde incoherencia y reprocha a la Administración no haber valorado las repercusiones del cierre en una población como Aliaga, castigada por la reconversión minera.

     Todo son paradojas, contradicciones, sinsentidos. Y, mientras tanto, el consejero de Medio Ambiente intenta poner paños calientes ofreciendo a los trabajadores un puesto en la brigada contra incendios de la comarca de las Cuencas Mineras. Porque sabe el señor Boné que el problema es mucho más profundo que los once puestos de trabajo. Porque los empleados quieren trabajar en la industria y en Aliaga, que para eso regresaron al pueblo e iniciaron una nueva vida. Su futuro personal y familiar es lo más importante. Pero también es importante que en Aliaga se cree un tejido industrial y que sirva para generaciones venideras.

1 comentario

Luis Antonio -

José Mª, como debes saber, mañana se trata el tema en las Cortes de Aragón...Yo todavía no he perdido la esperanza.