DE LA TIZA AL PORTÁTIL

            Son muchos y cada vez más complejos los retos a los que se enfrenta la educación actual. Uno de ellos es la incorporación de las nuevas tecnologías a la enseñanza. Es lo que llanamente se denomina Pizarra Digital. En muy pocos años, la pizarra tradicional – negra o verde – va a dejar paso a una pantalla blanca, a un videoproyector – el llamado “cañón” – y a un ordenador portátil. Este ordenador, cada vez más pequeño y manejable, vendrá acompañado de una pizarra electrónica en la que el alumno podrá realizar sus tareas, sus trabajos y sus propuestas para exponer en clase. El profesor podrá corregir los tradicionales “deberes” a distancia y el alumno podrá comunicarse desde su casa con cada uno de los profesores desde su ordenador portátil.

            Esto sólo es el principio de un proyecto que se ha tomado muy en serio la Consejería de Educación del Gobierno de Aragón y que ya está dando sus frutos en algunos colegios del medio rural. El reto es importante, porque va a exigir un continuo y progresivo reciclaje de los docentes y un cambio de mentalidad casi total en algunos casos. ¿Seremos capaces los profesores de dar este salto en el vacío? ¿Corresponderán los alumnos con sus notas y su actitud a estas innovaciones? ¿Echaremos de menos tiempos pasados? El tiempo lo dirá. De momento, ahí están los medios. Los profesionales tenemos la palabra. Y todo ello exige mucho tiempo y mucha dedicación. E ilusión a raudales, por supuesto.