TRES AÑOS DE ANDADURA
Tres años de bitácora. Tres años de andadura. Más de mil días plasmando en la página blanca del ordenador las diversas sensaciones, vivencias o inquietudes que el tiempo va dejando en la orilla efímera de las horas.
Son páginas para el recuerdo, para la emoción, para avistar el pasado desde un presente acelerado e incierto. Son páginas con imágenes imborrables, con palabras sinceras, con silencios elocuentes.
Desde esta página quiero expresar de nuevo mi gratitud a los que se acercan de vez en cuando a estas líneas y a aquéllos que expresan sus comentarios de ánimo, de apoyo o de sana crítica.
Un breve y sentido poema, escrito desde Aliaga, mientras contemplo la imagen de un árbol erguido y solitario a orillas del río Guadalope, quiere ser un punto y seguido en esta aventura que espero continuar, al menos, un año más.
Es difícil romper con las raíces
que te atan al destino
cual vigía implacable
del pasado.
Es difícil curar las cicatrices
que aún afloran oscuras
en la orilla lejana
de ese rugiente río
que camina sin tregua
hacia el ocaso.
Es difícil, en fin,
permanecer erguido
entre el río efímero
y el camino sin dueño
como el árbol que crece
perfilando su nítida silueta
mientras busca
silente y solitario
el nítido horizonte de los sueños.
9 comentarios
Nerea -
;)
Joherg -
Antonio -
José María -
Pilar -
José María -
Luis Antonio -
Y en cuanto a lo que expresas en el bello y sentido poema tengo que decirte, por si sirve da algo, que más estragos causa el invierno en la naturaleza y, sin embargo, vuelve a renacer la PRIMAVERA
Un fuerte abrazo
José María -
ana a. -