Blogia
josemarco

LA ACTUALIDAD DE LARRA

LA ACTUALIDAD DE LARRA

     Ayer se cumplieron doscientos años del nacimiento del escritor y periodista romántico Mariano José de Larra. A pesar de su corta trayectoria vital, cultivó todos los géneros, destacando especialmente en los artículos de crítica social y literaria. Muchas de sus páginas siguen en plena actualidad dos siglos después. Porque Larra se anticipó a su tiempo y buscó siempre una España más ilustrada, más culta y más liberal.

    Como homenaje al autor madrileño, plasmo unas líneas del artículo Horas de Invierno, publicado en "El Español" el día 25 de diciembre de 1836, pocos meses antes de su muerte. En estas páginas Larra se lamenta de las dificultades para  escribir y publicar en la España de la época y critica la carencia de autores y dramaturgos de talla.

"Escribir y crear en el centro de la civilización y de la publicidad, como Hugo y Lherminier, es escribir. Porque la palabra escrita necesita retumbar, y como la piedra lanzada en medio del estanque, quiere llegar repetida de onda en onda hasta el confín de la superficie; necesita irradiarse, como la luz, del centro a la circunferencia. Escribir como Chateaubriand y Lamartine en la capital del mundo moderno es escribir para la humanidad; digno y noble fin de la palabra del hombre, que es dicha para ser oída. Escribir como escribimos en Madrid es tomar una apuntación, es escribir en un libro de memorias, es realizar un monólogo desesperante y triste para uno solo. Escribir en Madrid es llorar, es buscar voz sin encontrarla, como en una pesadilla abrumadora y violenta. Porque no escribe uno siquiera para los suyos. ¿Quiénes son los suyos? ¿Quién oye aquí? ¿Son las academias, son los círculos literarios, son los corrillos noticieros de la Puerta del Sol, son las mesas de los cafés, son las divisiones expedicionarias, son las pandillas de Gómez, son los que despojan, o son los despojados?

¿Será el teatro el refugio de nuestra gloria? ¿El teatro, sin actores y sin público, el teatro nacional, que, por último insulto, para mengua eterna y degradación sin fin del país, es ya una sucursal de la ópera y un llena-huecos para las noches en que está ronca la primera dama? Porque es preciso imprimirlo; habrá quien no lo sepa: el teatro nacional no tiene ya empresa y disección propia; el teatro nacional ha sido confiado a la dirección misma de la ópera, que ha tenido la bondad de recogerlo moribundo de manos de los actores que no pueden soportar en él «¡la dura carga que en sus hombros pesa!». ¡Caso no ocurrido hasta la presente en país alguno, escándalo de que la desdichada patria de Moreto y de Alarcón estaba reservada a dar ejemplo!"

0 comentarios