POESÍA PARA PERDIDOS
Hay locales que apuestan decididamente por la cultura. Uno de ellos es el zaragozano "La Campana de los Perdidos". En este lugar tan acogedor y recoleto se ha llevado a cabo dos noches al mes el ciclo "Poesía para perdidos" promovido por la Asociación Aragonesa de Escritores con el objetivo de potenciar el valor de la palabra como instrumento creativo y de comunicación.
Anoche leyeron algunos de sus poemas el poeta zaragozano Fernando Sanmartín y la poeta gaditana Raquel Lanseros. Actuó también con sugerentes interpretaciones musicales el grupo M.R.Z. Crocodrile.
Fernando Sanmartín adoptó un tono serio, convincente, casi confidencial para acercar a los asistentes unos poemas breves, profundos y con evidentes huellas autobiográficas. El poeta aragonés dio lectura a algunos poemas de sus obras Manual de supervivencia (1993), Noches de lluvia en el embarcadero (1994) e Infiel a los disfraces (2008). Me encantó su talante poético y me encantó el poema dedicado a Zaragoza, la ciudad del Ebro, su ciudad.
Raquel Lanseros regresó a Zaragoza dos meses después para contagiarnos de su simpatía, su sencillez y su calidad poética, avalada entre otros premios por el XIII Premio Internacional Antonio Machado de Baeza. Raquel leyó varios poemas de su último libro Croniria ( título sugerente que mezcla lo temporal (cronos) con lo onírico. Las publicaciones anteriores de Lanseros son Leyendas del promontorio, Diario de un destello, Los ojos de la niebla y La acacia roja. Los poemas de Raquel son frescos, como un pan recién horneado. Sus versos llegan, uno tras otro, a lo más profundo del corazón y dejan una huella difícil de borrar. De entre los poemas que nos leyó, quiero destacar algunas ideas: admiración por Bécquer y el Romanticismo ("La poesía es lo contrario de la muerte"); reinterpretación del mito de Ícaro en "A las órdenes del viento"; el orgasmo espontáneo del espíritu en "Bendita alegría"; homenaje a su generación en "Los hijos confiados de los años 70"; un canto a la libertad : "Cuando falte buscadme entre las alas de un pájaro que escapa del invierno"; un homenaje a su admirado poeta Antonio Machado en "22 de febrero"; una anticipación del futuro incierto en "2059" y un acercamiento a las penurias bélicas en "Canción de la trinchera". Todo un regalo para los amantes de la poesía y para los admiradores de esta joven promesa literaria hecha ya realidad.
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