POR EL BARRIO DE JESÚS
El barrio zaragozano de Jesús está transformado. Cruzar el Puente de Hierro supone un cambio radical en el paisaje urbano y en la perspectiva. Este barrio ya no es lo que era: construcciones más modernas, restauración de edificios, acondicionamiento de zonas verdes…. Todo un reto para el futuro de este “pariente pobre” de la Zaragoza del siglo XX.
La Avenida del Puente del Pilar nos acerca a la recién restaurada Casa Solans. Se ha salvado del derribo y del abandono en el último momento. Más de un centenar de personas hacen cola religiosamente para visitar el edificio modernista en estas jornadas de puertas abiertas. Como hoy va a ser imposible acceder al recinto, nos dirigimos al barrio de la Azucarera y contemplamos una vez más las enhiestas chimeneas, salvadas también de la piqueta. Otro milagro de la restauración. Cuando esté terminada, podremos disfrutar de un Centro Cultural y de una biblioteca tecnológica. Lástima que esté rodeada de bloques de pisos que impiden contemplarla con perspectiva. Quizás quede ahogada en un futuro por el cemento y el asfalto.Cruzamos al barrio de La Jota y ese ya es otro cantar. Todavía quedan muchas naves industriales por derribar y mucho edificio en desuso.
La ciudad empezará a crecer hacia Cogullada y se unirá con Santa Isabel, barrio zaragozano en auge. Pero el paseo por esta zona lo dejamos para otro día. La tarde de San Miguel –veranillo incluido – no da para más. ¡Ah, sí! Visitamos el nuevo concesionario de la Peugeot en la Avenida de Cataluña. Un 407 por unos 25.000 euros. Y nos dicen que está de oferta. Pero hoy no es día de compras extraordinarias. Nuestra idea era visitar Casa Solans y hemos acabado en el barrio de La Jota. Todo son contrastes en esta Zaragoza del siglo XXI, que se expande hacia el extrarradio.
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