RÍOS LIMPIOS
Ayer me sorprendió gratamente contemplar un grupo de fochas y de pequeñas aves acuáticas en el cauce del río Huerva, cerca de su desembocadura. Hacía tiempo que no veía esta escena en Zaragoza, con excepción de las aves que surcan el cada vez más abandonado Canal Imperial. Lástima que esas pequeñas aves tengan que soportar aguas pútridas, olores fétidos y gran cantidad de residuos.
Dudo que volvamos a los ríos de hace treinta o cuarenta años. Cada vez hay menos cauce y no les damos tiempo de recuperar su caudal ecológico. Ni siquiera algunos ríos pirenaicos o del Maestrazgo se salvan de la temprana contaminación, poco después de su nacimiento. Ejemplos los tenemos en abundancia, sin salir de Aragón.
El consejero de Medio Ambiente está preocupado por el problema. Aunque quien ha alzado la voz con más intensidad ha sido Pedro Arrojo, abanderado de la nueva cultura del agua. Este profesor de análisis económico intenta abrirnos los ojos a la realidad: estamos agotando los ríos y abusando en exceso de nuestros cada vez más escasos recursos hídricos. El tiempo - si no cambian mucho las cosas - le dará la razón. Por eso, el Instituto Aragonés del Agua llevará este fin de semana a la comarca del Maestrazgo el programa de sensibilización y educación ambiental Ríos Limpios, Aragón Vivo. ¿Será sólo un acto de voluntarismo político y social? Esperemos cunda el ejemplo y frenemos un poco este olvido de los ríos como fuente de vida.
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ana a. -