UN ACADÉMICO ENTUSIASTA DE LA LENGUA
Hoy ha visitado el Instituto Ramón y Cajal de Zaragoza el lingüista salmantino José Antonio Pascual Rodríguez. Este ilustre académico compagina sus clases en una universidad madrileña con una encomiable labor investigadora en pro de una lengua más rica y más universal. Con un excelente equipo de colaboradores está preparando el Diccionario Histórico del Español, una obra que exige constancia, perseverancia y amor a la palabra. Porque José Antonio es un amante de las cosas bien hechas y un entusiasta de la lengua.
Ante un receptivo grupo de cien alumnos de bachillerato, el académico salmantino ha intentado contagiar a los asistentes de ese deseo de mejorar las cosas, de la inquietud por hablar bien, de una valoración de la ortografía como compromiso colectivo, de un esmero por usar correctamente la lengua hablada y escrita. Desde su experiencia como docente y como persona de cultura renacentista, ha hecho referencia a la cada vez más frecuente queja programática, esa actitud casi contagiosa que consiste en estar enfadado con todo y contra todo. Por eso José Antonio ha transmitido a los jóvenes, serenidad, visión de futuro y optimismo vital. Lástima que el tiempo haya impedido seguir disfrutando de la sabiduría expresiva de este lexicólogo, que dedica muchos de sus afanes a la Real Academia Española.
Hoy hemos conocido de primera mano la labor de un académico gracias al programa Invitación a la Lectura, que va ya por su vigésimo segunda edición en Aragón. Este año se han incorporado al mismo seis académicos de distintas disciplinas. El abanico cultural sigue abierto y parece que continúa dando sus frutos. Numerosos alumnos de secundaria y bachillerato disfrutan año tras año leyendo novela, poesía, o teatro. Eso sí, la presencia de los autores es un estímulo para despertar en ellos este hábito cultural e incluso animarles a iniciarse en la labor creativa. El reto está ahí y algunos ya lo han conseguido.
0 comentarios