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josemarco

SORTEOS Y JUEGOS DE AZAR

SORTEOS Y JUEGOS DE AZAR

     Se oye el teléfono a media tarde. Siempre suele sonar en los momentos más inoportunos. Al otro lado del hilo una voz melosa, cadenciosa, con acento sudamericano. Me propone la participación en el sorteo de un coche y, si me animo, la incorporación a una peña de lotería primitiva. Accedo a regañadientes a la primera propuesta - más por educación que por convicción - pero me niego en redondo a participar en la segunda actividad lúdica.

     De todos modos, siempre me han tentado los juegos de azar. Pero, desde hace unos años, puse un límite a la cantidad y diversidad de apuestas semanales - lotería nacional de los jueves y los sábados, lotería primitiva, sorteo de la ONCE, quiniela... - porque no sólo afectaban a mi bolsillo sino que reclamaban mi atención más allá de lo racional. Y, lo que es peor, ocupaban gran parte de mi valioso tiempo. Por eso, ahora estoy tranquilo en ese sentido y el único sorteo en el que participo desde hace unos veinte años es en la lotería nacional de los sábados. Un grupo de vecinos de Aliaga jugamos al mismo número y, como en el año 1991 no nos fue del todo mal, continuamos en ese mismo empeño por si las moscas. Eso sí, ni me ocupa ni me preocupa en exceso el desarrollo de cada sorteo semanal. Si cae algún buen pellizco, ya me enteraré. De eso no me cabe la menor duda.

     Con el acceso cada vez más extendido de los ciudadanos a internet, los reclamos publicitarios que invitan - casi incitan - a jugar con el dinero de cada uno se han multiplicado. Y esto puede tener algunos riesgos, sobre todo para los más ingenuos o los más inexpertos. Te piden datos personales e incluso se atreven a solicitar tus datos bancarios. Y ahí está el peligro de estos señuelos aparentemente inocuos. Luego vienen las lamentaciones, los sinsabores y el arrepentimiento tardío. Es mejor cortar por lo sano y olvidarse de esos obsequios para nuevos clientes, nuevos socios o nuevos inversores. Lo ganará el bolsillo y, sobre todo, la tranquilidad personal. 

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