LA DULCE FOTO
Hay momentos en la vida que quedan reservados para el recuerdo. Hay días que quedan atrapados por el señuelo agridulce de la memoria. Entonces uno comienza a desempolvar viejas fotografías en blanco y negro. Y la memoria se tiñe de inevitables y nostálgicos claroscuros.
Hoy he añadido una foto más a las que ya tengo en las baldas del salón. Es una fotografía en color, que contrasta con las del álbum familiar, casi todas en blanco y negro, con ese poso amarillo que va dejando el imparable paso del tiempo. Es una fotografía dulce, evocadora, vital.
José Antonio Labordeta está preparando un libro de poemas que se titulará Libro de familia. El poeta y cantautor aragonés evoca en unos poemas que anticipa en el revista Rolde los años de su infancia, el ambiente familiar, el latido del tiempo, la melancolía, la nostalgia, el desencanto. De, entre estos poemas, rescato uno con el que me identifico en estos momentos:
Aquella foto dulce
que mis padres guardaban
en el desgastado Libro de Familia
va perdiendo la luz
y con los años
quedamos sólo
mi hermano chico y yo.
El resto, como sombras,
intentan sonreír en la lejana
magnitud de la distancia
y con dudas y versos desolados
intento que me vengan. Me acompañen.
Tan sólo la amarillenta luz
del rostro de mi madre
me refleja la dulce y entrañable
distancia de mi infancia.
0 comentarios