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josemarco

APRENDER A APRENDER

APRENDER A APRENDER

     No es un juego de palabras. Ni una mera expresión redundante. Se trata, ni más ni menos, de una de las ocho competencias básicas que quieren impulsar el Ministerio de Educación y el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón. A los rectores educativos les preocupa la enseñanza y quieren evitar de una vez por todas que los alumnos de primaria y de secundaria se limiten a aprender unos contenidos sin ninguna conexión con la realidad.

     Por eso, esta mañana nos han hablado a los responsables de los centros educativos  de esas competencias básicas que hay que lograr al acabar cada una de las etapas. Para ello no hay que incidir tanto en los contenidos sino en las tareas. Es más importante aprender a hablar y escribir bien una determinada lengua que conocer una serie de conceptos deslavazados y memorizados. Es más importante resolver un problema en la vida cotidiana que aprenderse de memoria farragosas fórmulas matemáticas.

     Es todo un reto lo que es está planteando a nivel europeo. Es una apuesta valiente, difícil y complicada. Se trata de un proceso que se nos antoja lento y laborioso. No valen las prisas, ni el cumplir un expediente, ni la improvisación. Es necesario incentivar más al docente. Y a los equipos directivos. Es necesario motivar más al profesorado y facilitar su difícil tarea. Es necesario cambiar poco a poco la mentalidad del alumno, que está acostumbrado más a los conceptos que a las tareas o a los procedimientos.

     Se ha hablado esta mañana de una educación para la vida, de una enseñanza útil, del uso del conocimiento para resolver situaciones cotidianas. La teoría está muy bien. Pero no va a ser fácil aplicarla en el día a día del aula. Y no soy de los más pesimistas. Quiero plantear el tema con realismo y desde mi experiencia como docente. Porque al alumno le va a seguir preocupando la nota de cada examen, la calificación de cada evaluación, la valoración numérica final.

      Es bueno, de todos modos, intentar cambiar el modo de enseñar de una vez por todas. Es positivo aspirar a que el alumno no se siga preguntando para qué sirve esta asignatura o esa otra. Es loable se intente conjugar la competencia con una sana competitividad. Eso sí, sin obsesionarse con esas evaluaciones tipo Pisa, que a veces se tergiversan y se politizan en exceso. Y al alumno le preocupan más sus notas que los titulares de prensa sobre estadísticas y resultados.

     Bienvenida sea, por tanto, esta apuesta. Eso sí, sólo será eficaz si se realiza con cautela. Y con los pies en el suelo. Porque teóricos de la educación los ha habido siempre y los habrá. Pero en el ruedo educativo es donde hay que lidiar con un alumnado cada vez más heterogéneo, cada vez más disperso y cada vez más problemático.

1 comentario

ana a. -

Esa era la intención de la LOGSE y de reformas varias. Pero pesa mucho la tradición, y a los profesores nos cuesta mucho cambiar, y "aprender" determinadas cosas. Por ejemplo: lo más importante de este mundo no es el complemento directo, ni el indirecto. Besos.