LIDERAZGO EDUCATIVO
El pasado viernes tuve la oportunidad de asistir a la lectura de una Tesis Doctoral sobre el liderazgo educativo en la Facultad de Ciencias de la Educación de Zaragoza. La doctoranda hizo hincapié en numerosos aspectos que, aunque los conocemos los que trabajamos desde hace años en el campo de la educación, no está mal que se recuerde y matice en papel de un líder en este ámbito cada día más complejo e incierto.
La ponente nos habló de lo desgastado que estaba el vocablo líder, de la pérdida de su auténtico significado debido al uso superficial y rutinario del término en el ámbito político, económico o deportivo. Se preguntaba si el líder nace o se hace. Al parecer, la persona que asume una responsabilidad responde a una vocación de liderazgo pero, sobre todo, aprende con su tarea cotidiana. Y es que el auténtico maestro o educador es también un aprendiz que es transformado por la relación de liderazgo que ejerce día a día.
El líder educativo debería ser, ante todo, democrático y - por qué no - carismático. El líder pedagógico - sea director, tutor, delegado de alumnos o presidente de la asociación de padres - debe adquirir la capacidad de aglutinar, de convencer. Y debería convertirse en un ejemplo de libertad, compromiso y responsabilidad. Un buen líder educativo debe implicarse al máximo en su tarea para motivar a los demás y debe actuar con respeto, flexibilidad y tolerancia. Y necesita poner en práctica la regla de oro de las relaciones personales: "No pongas a las personas en tu lugar: ponte tú en el lugar de las personas".
Es una pena que todavía identifiquemos la palabra líder con comportamientos autoritarios o con actitudes paternalistas. El líder educativo del futuro debe huir del sarcasmo, el autoritarismo o la permisividad. Debería adoptar, por tanto, el papel de catalizador. Y esto exige disponibilidad, esfuerzo y capacidad de superación.
Sólo son algunos de los aspectos que la doctoranda sintetizó en poco más de media hora. Mi enhorabuena desde estas páginas por esta excelente Tesis. Lo importante es que sea conocida y que, a ser posible, los educadores y los educandos, intentemos poner en práctica algunas de estas consideraciones.
3 comentarios
Cesar TABOADA -
La fuente de los valores, desde donde se nutre esa vivencia que alegra a los demas; son los diez mandamientos...
Belén. -
Mi hijo por ejemplo utiliza audífonos ´, y en alguna ocasión alguno de esos "líderes" le han insultado utilizando la palabra "sordo". Eso no debería permitirse, es cruel y despiadado, y tan solo tiene 8 años....pero por algún fallo en la docencia sigue ocurriendo y sin castigo.
Pilar -
No estaría de más añadir que un líder es, ante todo, un excelente comunicador, lo que tiene todo que ver con la eficacia en la enseñanza. Lástima que el espíritu de esta teoría se de en la actualidad solo en casos muy puntuales y que las Universidades españolas no contemplen estas aptitudes como esenciales, obligatorias y troncales, y su dominio como condición sine qua non para ejercer la docencia.