LA POESÍA DE CARMEN RUIZ
Como cada otoño, la Asociación Aragonesa de Escritores, con la colaboración del Gobierno de Aragón, organiza un ciclo de poesía en el local zaragozano La Campana de los Perdidos. El viernes pasado se dieron cita en el local los jóvenes poetas Octavio Gómez Milián, Carmen Ruiz Fleta y el músico y compositor Juan Luis Saldaña. Los ecos de los poemas de estos autores resonaron en las paredes de un local que acoge cada dos semanas el ciclo "Poesía para Perdidos".
Me entusiamó la música de un Juan Luis comprometido y crítico, me llegó muy adentro la voz profunda del escritor Octavio Gómez. Pero lo que más me emocionó fueron los versos de Carmen Ruiz, una poeta de lo cotidiano, una escritora que crece día tras día y prepara con ilusión su próximo poemario. La joven compositora zaragozana - incluida en la Antología de Ángel Guinda que será presentada el próximo día 9 en la Biblioteca de Aragón - vive cada uno de sus poemas, explota cada palabra, nos hechiza con un entusiasmo desbordante. Lo demostró anoche en este acto poético y lo ha demostrado en las obras que ha publicado hasta la fecha. Los poemas de Carmen hablan del amor, de la vida, del latido cotidiano, del surco de los días, de las relaciones humanas, del entorno, de los sueños de futuro.
Plasmo uno de los poemas que leyó ayer la autora aragonesa:
Hace ya unos días que no creo en las películas,
en el mutuo entendimiento de ojos.
Hace unas noches que sólo sueño con párpados ardientes
que supuran rocío negro.
Se me ocurre preguntarle a la espalda que duerme junto a la mía
si alguna vez se quebró de amor,
si se hernió de costumbres
y si alguna vez soñó con párpados al borde del suicidio.
Pero pocas veces encuentro algo más que silencio.
Eres un ovillo de pan caliente
al que pregunto confundida,
sedienta de palabras que nunca me dirás,
que ni siquiera conoces.
Estúpida vuelta de tuerca,
cabeza aprisionada de deseos,
perfecta sonrisa.
Mírame bien.
¿no ves que estoy llorando?
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