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josemarco

UN AÑO PARA OLVIDAR

UN AÑO PARA OLVIDAR

     Mientras la niebla cubre de nostalgia gris los tejados y avenidas de mi ciudad, el año 2012 agoniza sin remedio. Atrás quedan 365 días de ilusiones, de esperanza, de lucha, de incomprensión, de arbitrariedades, de incertidumbre. Porque este año que termina es un año para olvidar. No sólo en lo económico, sino en lo político, en lo social e incluso en lo personal

     A veces me pregunto si el año 2013, que estamos a punto de estrenar, volverá a ser igual o peor que el presente. Me da la impresión de que no van a mejorar mucho las cosas. Pero eso no impide que desde el primer día me levante cada mañana con la esperanza a flor de piel y con la ilusión de un adolescente. Siempre nos pasa igual en los primeros día de enero. A pesar del frío, a pesar de las penurias económicas, a pesar de los problemas familiares o laborales, trenzamos un rosario de buenos propósitos y nos disponemos a caminar con elegancia por la difícil travesía de un año más, de un año que soñamos distinto. Luego vienen la decepción, el desencanto y la cara agridulce de la realidad.

    No quiero ser excesivamente pesimista en estas últimas horas de 2012. Pero me pregunto si hay algún motivo para el optimismo franco y desaforado. Personalmente pediría salud, cariño, amistad y estabilidad laboral. No sólo para mí. Sino para tantos amigos, conocidos, vecinos,...que están sufriendo las consecuencias de esta crisis que, al parecer, se ha instalado en nuestras vidas.

    Sólo me resta brindar metafóricamente por los que están solos durante estas fechas, por los que no van a poder llegar a fin de mes, por los que tienen que rebuscar en los contenedores, por los que duermen en la calle o en los parques, por los que han perdido la esperanza. Es de desear que esta espada de Damocles que pende sobre tantas cabezas no impida atisbar una rendija de luz en el horizonte de tantas vidas rotas y ajadas por la crisis. Eso sí, habrá que dejar atrás 2012 como un año funesto, con pocas alegrías y muchas decepciones.

2 comentarios

Magda -

También me cuesta creer... pero habrá que intentarlo. Abrazos.

María Dolores García Pastor -

Un abrazo fuerte,amigo mío, y todo lo mejor para el año que empieza. No perdamos la esperanza en el 2013.