A VUELTAS CON LA LOE

Son muhas las noticias, reportajes y artículos que aparecen en la prensa durante estos días en que se está debatiendo el proyecto definitivo de la LOE (Ley Orgánica de Educación). A mí me sorprende que esta ley no convenza a nadie: ni a los simpatizantes del PP (Iglesia, escuela concertada, FERE...) ni a los sindicatos de izquierda. La ley es equilibrada. Ha eliminado aspectos conflictivos de la LOCE y respetado lo más importante.

 ¿Qué quieren, pues, los colegios concertados? Que la religión se valore en el expediente como cualquier otra asignatura. Parece una vuelta al pasado, ¿no? Que les permitan cobrar a los alumnos una cuota bastante suculenta en el momento de la matriculación. Parece abusivo, ¿no? Si están concertados, que se atengan a las consecuencias.

¿Qué pretenden los sindicatos de estudiantes de izquierdas? Que se eliminen las pruebas entre el Ciclo de Grado Medio y el Superior. ¿Es posible? Que se suavice la selectividad ¿Todavía más? Que los Centros Educativos dejen de ser "un cortijo del director de turno". Se ha lucido el portavoz de los estudiantes con esta frase textual. ¿Qué quieren? ¿Gestionar ellos los Centros? ¿Decidir cuándo se sanciona y por qué? ¿Intervenir en la gestión del Centro? Que estudien, trabajen y opositen. Y, cuando alcancen la madurez necesaria, podrán juzgar y opinar, sin descalificaciones gratuitas.

La huelga estuvo mal organizada y gestionada, con algunas coacciones por parte de los piquetes "informativos". (Como siempre) Y las cifras de participación, engañosas. De éxito, nada de nada. A propósito. ¿Sabían la mayoría de los estudiantes el contenido de la protesta? ¿O buscaban un día más de asueto para romper la rutina de este mes de noviembre?