LA EDUCACIÓN HACE CIEN AÑOS
Llega a mis manos, por la gentileza de Víctor Juan, director del Museo Pedagógico de Aragón, un ejemplar de la carpeta Zaragoza 1908. El Congreso Nacional Pedagógico. En ella se ofrece una crónica de lo que fue el Congreso de Pedagogía que se celebró en Zaragoza con motivo de la Exposición Hispano-Francesa.
He espigado de está crónica algunas conclusiones de las principales ponencias. De su lectura atenta, se puede comprobar la inquietud pedagógica de los asistentes y el afán de crear una escuela cada vez más renovada y más integrada en su contexto social y cultural.
Rufino Blanco, Regente de la Normal de Maestros de Madrid, habla de este modo de la enseñanza primaria:
- Educación primaria es el mínimum de cultura indispensable a toda persona.
- La educación primaria debe ser íntegra, armónica y gradualmente progresiva.
- El principal agente de la educación debe ser el educando.
- Los educadores por excelencia son los padres y el maestro que los sustituye.
- La educación primaria debe seguir el orden de la naturaleza y comenzar desde el nacimiento y terminar a los doce años.
Félix Martí Alpera, maestro de Cartagena, habla así de la escuela como institución:
- La escuela como institución docente ofrece dos aspectos: uno puramente pedagógico y otro social. En el aspecto pedagógico la escuela es un centro de cultura de la infancia y de la niñez. En el aspecto social cultiva en el niño los sentimientos de solidaridad humana, le da las enseñanzas cívicas que necesita el ciudadano de un país civilizado y le dispone a la concordia civil.
- La organización de la escuela no puede ser más que la graduada, instalada en edificio aislado, sano y alegre, con salas de clase para treinta o cuarenta alumnos, con buen mueblaje, grandes patios, retretes y agua abundante. Y como obras complementarias de ella deben acompañarla las clases de adultos, las conferencias populares, las lecturas públicas, las bibliotecas populares, las cantinas, las colonias de vacaciones, la mutualidad y las fiestas escolares.
Han pasado cien años y estas propuestas innovadoras siguen en pie. Lógicamente, han mejorado las condiciones educativas, pero el espíritu sigue siendo el mismo: una educación para todos, una educación que forme ciudadanos libres y una escuela abierta a su entorno social.
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sebastian -
LoLa -