LETIZIA

Tal vez sea un poco anticuado o me adapte poco a las exigencias de la actualidad. De entrada, siempre me ha gustado "Leticia", y no acabo de asimilar esa "z" intrusa que confunde a los lingüistas. De todos modos, todo eso es "pecata minuta" comparado con la sorpresa que me produjo ayer contemplar en todas las cadenas de televisión a la flamante princesa de Asturias, con peineta, mantilla y de luto riguroso, actuando como madrina en una celebración de la guardia civil rural en Logroño. Lo siento, pero no lo acabo de asimilar. Quizás sea debido a que mi última imagen de Letizia como locutora es todavía muy reciente, como presentadora en la primera de televisión española. Y es que el deje de tantos años de periodista de radio y televisión no lo puede abandonar. Lo demás, depende de gustos y opiniones. Pero prefiero a Leticia (con "c") en los informativos de televisión y sin las limitaciones de su cada vez más avanzado estado de buena esperanza.