EL RÍO DE LA VIDA
Vuelvo a ver esta película dirigida por Robert Reford en 1992 y admirablemente interpretada por un joven Brad Pitt. Me emociona el fondo real de esta historia de principios del siglo XX y me vuelve a seducir la metáfora del río, tan heraclitiana, tan manriqueña. El paso de los años: la juventud, la madurez y la vejez están simbolizados en ese río claro y turbulento. Y me llena de envidia en este verano de sequía contemplar esas aguas con su murmullo y su braveza. ¡Qué contraste con el río Aragón o el Gállego o el Cinca! Por no hablar de nuestro "caudaloso" Ebro. ¿Seremos capaces de recuperar su cauce y sus riberas y que vuelva a ser como antaño un "río de la vida" y no de la muerte?
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