SANTA ÁGUEDA
Mañana soleada de Santa Águeda y suave cierzo en la ribera del Ebro mientras los tambores de las cofradías retumban sin tregua. Mañana de Santa Águeda y sabrosas "tetas" en los escaparates de las pastelerías. Febrero es un buen mes para el gremio. Casi empezó con el roscón de San Valero, luego San Blas, Santa Águeda y pronto San Valentín. Así se rompe la rutina de un mes anodino y se anima el consumo, pasada ya la cuesta de enero y en plenas segundas rebajas. Mañana de Santa Águeda e ilusión en el ambiente futbolístico, esperando las cinco de la tarde para emborracharnos de unos minutos de gran fútbol, de fútbol de primera. Mañana de Santa Águeda y colas en la plaza del Portillo, en los aledaños del rastro, para venerar las reliquias de la Santa y pedirle el milagro cotidiano de la salud. La santa de Sicilia supo defender su virginidad frente al senador Quinciano y muchas mujeres la han adoptado como patrona, entre ellas las enfermeras. Las leyendas se han multiplicado y los pueblos celebran singulares festejos, como en Zamarramala. Lo esencial es celebrar algo, animar los pueblos y romper la rutina eterna de este mes loco. Tarde de ilusión y largas colas en la Romareda a la espera de otra gran cita futbolística. ¡Que viene el Madrid! Recelo y ansiedad en el ambiente. La semana ya no será tan larga.
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