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josemarco

LA LECTURA COMO CAMINO EDUCATIVO

LA LECTURA COMO CAMINO EDUCATIVO

            Coincidiendo con el inicio de la Feria del Libro de Zaragoza, se ha celebrado en el salón de actos del instituto “Goya” la fase final del IV Concurso de Lectura en Público. Han participado tres centros educativos en cada categoría. En la categoría B – segundo ciclo de ESO – leían cuatro alumnos del instituto “Ramón y Cajal” de Zaragoza. Clara, David, Fernanda y Violeta llegaban a la final de este certamen con un texto de  la obra La historia del amor, de Nicole Graus. Y lo han leído con unción, con claridad, con entonación, con ritmo, sin efectismos. Se ha notado la labor de Olivia Albá, que ha estado ensayando con ellos durante las últimas semanas. Los otros centros han presentado fragmentos de obras de teatro: Tres sombreros de copa, de Miguel Mihura y El amor del gato y el perro, de Enrique Jardiel Poncela. Ha sido una lectura correcta, pero demasiado teatralizada y algo efectista. De todos modos, todos los participantes han brillado a gran altura.

            Los representantes del “Ramón y Cajal” han obtenido un merecido primer premio en esta categoría. No sólo por la lectura que tenían preparada. El segundo texto, entregado una hora antes por los organizadores, pertenecía a la novela Temblor de la escritora Rosa Montero. Con esta segunda lectura han vuelto a demostrar su compenetración, sus aptitudes para interpretar en voz alta un diálogo vivo y coloquial – no teatral – y su facilidad para reflejar el sentir del narrador o narradora. Toda una lección de buen hacer, de buen leer y de buen transmitir, a las puertas de la Feria del Libro y en la recta final de un curso intenso y fecundo.

            Un broche más para cerrar la celebración del “Décimo Cumpleaños” del Instituto. Si lo sumamos al premio nacional de los Mononeuronales de 2º de ESO en Consumópolis, al premio Dibercaja, a la participación en el IV Encuentro del Parlamento Europeo o a otros galardones menores, podemos pensar, sin un ápice de autocomplacencia, que tal vez este sea uno de los buenos caminos para educar en calidad y seguir con la tarea cotidiana a veces agridulce pero, en ocasiones, gratificante.

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