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josemarco

POR LAS CINCO VILLAS

POR LAS CINCO VILLAS

   La mañana otoñal de este sábado de noviembre invita a romper la rutina laboral de la semana y a acercarse a una de las comarcas aragonesas más pintorescas. Esta comarca zaragozana hace de cuña entre la provincia de Huesca y la comunidad de Navarra. Nos encaminamos desde Zuera en dirección norte hacia Las Pedrosas, en dirección a Erla y llegamos a Luna. Pero nuestro destino es Biel, que nos sorprende por la solidez de sus casas señoriales, las estrechas calles empinadas y, sobre todo, la iglesia de San Martín, construida en el Renacimiento sobre una primitiva iglesia románica. Hoy conserva todavía su aspecto de fortaleza medieval, al estilo de tantas iglesias fortificadas como el castillo de Loarre. El paisaje es encantador y el río Arba se desliza humilde y presuroso por un valle verdeamarillo que rezuma otoño por todas partes.   

   Para el regreso elegimos otra ruta que nos acerca a Luesia, pueblo rico en monumentos y con buenos servicios. De camino hacia Ejea de los Caballeros dejamos a la derecha Farasdués, rico en granjas y en producciones agrícolas. La vista de Ejea desde la dirección norte no es nada atractiva. Parece un arrabal. Sin embargo, luego aparece la ciudad zaragozana con sus avenidas y su animación habitual. Del resto del camino destacaría la altiva y suntuosa torre mudéjar de Tauste y poco más. La lluvia otoñal nos acoge en Zaragoza y el verde de los campos se torna gris. Un gris otoñal y urbano. Un gris de noviembre.

1 comentario

Antonio -

Aún queda el domingo!
A disfrutarlo!
Un abrazo!