LA CIUDAD DE LA NIEBLA
Aunque el título de esta novela de Pío Baroja que acabo de leer podría corresponder a Zaragoza en los meses de otoño-invierno, el escritor vasco nos sitúa en esta novela que culmina su trilogía "La raza" en Londres, a orillas del Támesis. Baroja sale de España - como lo hizo en vida - y aprovecha para reflexionar sobre las costumbres y manera de pensar de los habitantes de Gran Bretaña. El autor habla a través de un médico y de su hija, que han huido de España acusados de un atentado de los anarquistas contra el rey Alfonso XIII.
Pero Baroja va más allá de la realidad impresionista. Las acertadas descripciones dejan paso a jugosos diálogos entre personajes de distintas nacionalidades y culturas. Además, reaparece el filósofo Iturrioz de El árbol de la ciencia. Sus opiniones no tienen desperdicio. También hay que tener en cuenta a la protagonista femenina, que expresa su manera de pensar sobre las mujeres de la época y reclama un papel de la mujer en la sociedad más activo e independiente. Aparece también otro "alter ego" del autor: el escocés Roche que aboga por la utopía y el escepticismo al valorar el tejido social de inicios del siglo XX: "La sociedad es una ficción sostenida por una serie de ficciones".
La relectura de esta novela me ha permitido redescubrir al Baroja escéptico, al autor shopenhaueriano, al pensador de talante pesimista e hipercrítico. Y, además, he vuelto a disfrutar con su prosa ágil, escueta y directa. Todo un regalo para los amantes de la literatura realista.
3 comentarios
Javier López Clemente -
Leí "La busca" en los tiempos del instituto y creo que no disfruté lo que el libro se merece (esto me ha ocurrido en otras ocasiones)
La volveré a leer y ahí viene la duda. ¿Debería seguir con las novelas que conforman la trilogía de "La lucha por la vida"? ¿o sería mejor, como me indicas, continuar con "El árbol de la ciencia"?
Y al grano, ¡por fin! ¿hago las lecturas por trilogías y en orden cronológico o paso de los trios y de las fechas?
Tal vez me haya excedido en la extensión así que pido disculpas.
José María -
Javier López Clemente -