LA CUMBRE DE RUEDA
Son buenos los encuentros, los debates, las conferencias, las cumbres, los congresos y las convenciones… si sirven para algo. Lo que ocurre es que la opinión pública es cada vez más escéptica en estos temas. Ejemplos hay a raudales. Basta recordar las conferencias mundiales sobre la paz o sobre el clima a nivel mundial para comprobar que los frutos, hasta el momento, han sido casi inapreciables.
¿Qué ocurre entonces? Que el progreso, el capitalismo, al afán de consumir por consumir prevalece y ahoga la buena voluntad de unos pocos que buscan una salida o, en ocasiones, se contentan con cumplir el expediente.
Es de esperar que la Cumbre sobre un gestión de calidad del agua, que se está celebrando durante estos días en el monasterio de Rueda no quede en saco roto. Hay experiencias similares que han acabado olvidadas en las hemerotecas. Sería un regalo para el bienestar de todos y para este Planeta, cada vez más amenazado.
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